Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2011

Maupassant, un Bel-Ami

Ahora que he conseguido sobrepasar la barrera que separa una obra clásica del disfrute, estoy gozando con la novela " Bel-Ami " de Maupassant. Soy Duroy, el protagonista, sin llegar a identificarme completamente con él, y descubro reflexiones excelentes, como ese tramo de cuatro o cinco páginas en que Maupassant habla sobre el amor, la gloria, la vida y la muerte de un modo tan magistral, una larga reflexión que no puedo copiar aquí, pero que merece la pena leer. La realiza a través de la voz de Norbert de Varenne, poeta del periódico donde Duroy trabaja.   " La muerte ha llevado a cabo dulce y lentamente la larga destrucción de mi ser, segundo a segundo. Y ahora me siento morir en todo lo que hago " (lo acabo de traducir). Ya enfrascado en ese París de la novela, quiero saber qué ocurre con los personajes realistas, cómo se desenvuelven en cada situación, ante los obstáculos que van surgiendo o ante esos cambios de humor tan propios del ser humano y tan bien demo

Voz silenciosa

Llevo una semana sin escribir nada y realmente no sé por qué. No tengo nada que decir, puede que sea eso. Estoy planteándome eliminar este espacio, a no ser que vuelva esa voz silenciosa que me guía. Y por ahora esa voz se ha callado por completo y es de repente un silencio total. Tal vez porque he pasado de una inestabilidad emocional a otra de un tipo desconocido en mí, que soy incapaz de materializar en palabras. Y ya se sabe que sin palabras no hay pensamiento y sin pensamiento no hay razonamiento y por consiguiente debo decir adiós a esto. Pero me entristece acabar con esta presa de palabras líquidas. Y mientras me entristezca intentaré extrae palabras líquidas del subsuelo, hasta que aparezca un yacimiento nuevo o que la nieve de palabras se derrita de nuevo y la presa vuelva a ser como era. Entretanto, quien me lea, que disculpe los intentos de escritura vacía.

Carga perdida en los raíles

El tren del amor llega con retraso. Su interior aclamo, pero es escaso el momento, un espasmo. ¡Vaya asco! No llegó. Amor que no viene mi cuerpo desgasta y el destino siempre pone el horror en mi cama. La bomba cayó sobre Hiroshima y de ahí pasó a mi interior solidificada en un corazón, un corazón que patina en esa caja de huesos que todos fulminan. Por fortuna aún sigo, sigo vivo, aunque cansado, cansado de este sino. Si no lo encontrara pronto, pronto caigo por el precipicio. Precipicio alto y maldito. ¡Maldito bastardo! Bastardo eros, ciego, ciego de una vida bebida, bebida de aire y sueño. Sueño despierto. Sueño vivo, aunque viva casi muerto.

Preguntas infernales caóticas

Baja al infierno y verás que allí ni se baja ni se sube, porque el infierno no está arriba o abajo, está en ti, puede que en los demás, pero ni abajo ni arriba.  Quiero pensar de dónde viene el Hades, la reencarnación como castigo y el infierno, el temor a ese fuego eterno que abrasa las almas o la laguna estigia que se cruza gracias al barquero. Quiero pensar cómo nace esa idea de tránsito, de castigo, de precio por una nueva vida. Me pregunto cuándo nació el infierno, quién lo creó o si tendrán los animales idea de infierno. Intento imaginar a esos primeros  homos que ven morir a alguno de su clan y sienten pena o miedo a que sufran allá donde estén. O a esos que matan a sus presas y las cocinan con ayuda del fuego. Entonces este comienza a adquirir la importancia dentro de la lógica del infierno. Ven con miedo el rayo que incendia la rama y, alimentándose del bosque, reduce su inmensidad a cenizas y negrura. Esos primeros seres humanos que conocen la furia del fuego, saben que en é

Re-sistir, per-sistir...

Una pequeña curiosidad: en resistir, persistir... se conserva algo de su etimología; "sistir", estar de pie. Hasta aquí nada curioso. Al menos no lo que yo quiero destacar.  ¿Cómo se dice en inglés estar de pie? To stand = sistir. Creo que es la misma raíz. Ahora en alemán, que es donde me he dado cuenta, mientras sacaba a mi perrita hace unos minutos. "Stehen", que se pronuncia como shteeeen.  Aquí me parece aún más evidente. sisssste, ssssstehen. ¿No son adorables las palabras? Resistir es permanecer de pie, por si alguien no lo sabía.

Dos minirreflexiones

O aprende más el ser humano por las acciones que por las palabras, cuando el aprendizaje viene de fuentes externas, (¿Qué importa que pidas perdón si has matado a tu mujer? ¿Cómo pretendes exigir a tu hija que lea si tú no lees? ¿Qué te lleva a pensar que porque me digas que haga deporte lo haré, si nunca he visto esos hábitos en ti?, etc.) O aprende porque el propio ser humano se lo propone; entonces las acciones y las palabras se combinan en proceso de aprendizaje.

La mirada de mora

Escribo y no me puedo concentrar, porque tengo a mi perrita mirándome fijamente con sus dos ojos de mora. Está quieta, como si ya nada estuviera a su alrededor; nada más que yo. Conozco esa mirada. En el momento en que ceda a su atracción, ella meneará el rabo y sacará la lengua y se me lanzará con sus patas delanteras sobre mi pierna apoyada en el sofá. Entonces tendré que dejarlo todo y dedicar unos minutos a ella, que se pasa todo el día junto a mí, sin molestar, sin ladrar, sin moverse. Es una presencia que me acompaña. Por ello se merece que ahora mismo deje de escribir y dedique el tiempo en lo que ella necesita. Le enseño la correa, gira sobre sí misma y mi Xena por los nervios de salir sufre un ataque de estornudos. Le sonrío. Ya ha llegado su hora. Le engancho la correa en la hebilla del collar, meto una bolsita en el bolsillo y salgo.  Libertad. Libertad compartida.  Por mi Xena, una rápida escapada.

Lágrima perdida

Has neutralizado mis lágrimas y agotado mis energías. Lo que no he logrado comprender es desde cuándo mis venas se lían, enredadas en la incomprensión. Futuro incierto, incomprensible futuro. Caes sobre mí, sobre ti resbala. Esquilmas mi visión, tu visión me asusta. Blanda desesperación, vete a tomar por culo. Las palabras malsonantes se apoderan de mí y sé ya que debo ponerles fin. No soy de palabrotas,  porque no me gusta dañar mi boca con los filamentos que en sus extremos dejan cuando al romperse chocan. Las bellas palabras volverán a mi garganta con su dulce aroma, su sabor intenso que espero que me vuelvan  y reclamen a mi paladar su sexo. Y con ellas nacerá de nuevo la lágrima, la sal propia de mi fuero. Seré entonces feliz, vida mía, feliz con sentimientos limpios de nuevo.

Convertirse en vacío

Convierte el daño en un vacío ilimitado, pero con cuidado. El vacío no solo consume al enemigo, sino al propio que lo produce. Es como un viento seco que deshidrata la piel, la endurece y la va rasgando con lentitud pero sin pausa.  Me estoy convirtiendo en ese vacío que puede que me mate. Aún conociendo los peligros, no pienso dar marcha atrás. Que el tornado arrase lo que debe arrasar. Que la lluvia limpie el ambiente arrastrando en su caída las partículas del aire. Que el terremoto sacuda todo lo que se sostiene con dificultad sobre el terreno. Que luego llegue el vacío que produzco. Ese es mi propósito: lanzar un chorro de vacío hacia ti, que no me lees. Así podré darte lo que más duele, el olvido. Tu cuerpo sentirá mis garras invisibles. Tu corazón verá bloqueadas las compuertas sanguíneas. El oxígeno ya no saqueará tus pulmones. Y no solo eso. Te regalaré recuerdos desgarrados, como tú me agasajaste con un recuerdo asqueroso justo en mi cumpleaños. Porque no miraste el alcance d

Cenizas

Dice Amaral: Si pudiera congelar el tiempo y volverme cenizas... Esa es la necesidad que ahora mismo tengo. Volverme cenizas y detener el paso del tiempo para siempre. Apretar el freno de la vida que cada día tiene menos sentido y aparcar el auto vital en un andén perdido. Observar desde allí cómo los coches pasan, aceleran, se saltan semáforos en rojo, se desvían, chocan. Vislumbrar el brillo reflejado en el límite del horizonte marino. Escuchar los ladridos de mi perra. Saber que ese mundo ya no es mío; que no he de regresar hasta que todo haya cambiado.  Detener el tiempo. Si pudiera lo haría. Pero solo soy un humano, menos que una mota de polvo del universo. Una mota de polvo que arde desde ayer más que el sol. Me derrito y ardo aún más. Ignífugo. Mi cuerpo es helio, una llama encendida, el bosque que se incendia para matar al lobo. Porque el lobo es un ser perverso en este cuento. Una alimaña capaz de internarse en el bosque y asesinar a cada uno de sus habitantes con sigilo.

Orangensaft

Cae la gota del rocío suavemente acumulada al contacto de mi piel. Cae la gota cae cae cae y cuando llega a la húmeda tierra ya es sangre. Cae la gota cae cae cae y en mi mano la naranja se deshace. Cae la gota cae cae cae y mis labios en sol se ahogan. Es el campo de mi abuelo una mina de emoción con solo tocar su suelo siento la vida y su canción. Es recuerdo o es rocío, es alberca o saltamontes, o una rata que entre cañaveras                                 se pasea con su trote. Cae la gota cae cae cae y yo hasta con sangre allí me rindo, porque para mí mi abuelo es to'.

La autoenvidia

Todos tenemos envidia, pero ya puestos por qué no envidiar nuestras propias vidas.  Envidiar nuestro aliento, la luz que nos daña el párpado, el frío que nos eriza la piel, ese abrazo cálido de la realidad. Si nos envidiáramos a nosotros mismos el camino se haría más fácil, porque ahí puede estar una de las claves de la felicidad, la brisa que deshilacha nieblas o que vuelve el fango más ligero, el impulso detenido y la pausa acelerada a un mismo tiempo. La autoenvidia es estar "en vida", aunque solo sea por juego sonoro.  Así me he levantado, autoenvidiado, aunque parezca que no tengo motivos para ello. Y voy a envidiarme; he escrito un poema sobre este tema que me ha quedado maravilloso. Me envidio. Envidio mis movimientos, el teclear en este ordenador, la música triste que suena a mi alrededor, los recuerdos de un pequeño viaje ya terminado, hasta envidio esa lista de interinos que no avanza. ¡Qué más da! Es motivo de envidia.  Envidio la voz rota, las lágrimas propia

Un retazo del viaje (I)

Un coche llegado de Narnia, con música de Amaral se asoma tras la curva de una carretera usual. Eva viene con su primo y me sonríen al pasar se detienen junto a mí y con fuerza me abrazan ya. Comemos papas guisadas, ¡qué buenas que están! Y entre pasodobles y chirigotas subimos al autobus con su compás. Charlamos de mil cosas  y percibimos que nada cambiará. a a a a a a aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah El tiempo pasa y nada cambia, aunque todo se modifique. Sevilla en su llanura nos acoge con bravura, Cree que somos unos hambrientos, y pretende que nos alimentemos de puro aliento, por eso prefiero Granada, porque allí la carne siempre viene aliñada. Llegan las gallegas en el avión y con María viajamos hasta la pensión, un apartamento en pleno centro y, entre callejuelas, descubrimos a un ser tremendo: de pelo voluminoso y aire distraído  nos acerca con su acento a un bar perfecto. Qué gracioso es el destino, pinta con sus dedos caminos con mucho tino y

Incomprensibles amores

"Comme c'est bizarre! Que c'est curieux!" Leo de nuevo esta obra de Ionesco (La cantante calva) y, por alguna razón desconocida, siento el efecto del amor por un objeto literario. Es como el amor que se siente por alguna persona, aparece de repente o poco a poco, muy sigiloso, y para cuando eres consciente de ello ya no hay marcha atrás, el sentimiento ha echado raíces en algún punto del propio cuerpo y no hay modo de acabar con él. Nacen por alguna razón, pero no se sabe bien cuál y ya se ha instalado para siempre, aunque esas raíces se vayan debilitando por falta de riego. Es raro y curioso que algo así suceda con un libro, con una canción, una casa, un lugar, con  un objeto o una entidad, en definitiva; pero se ve que las hormonas o el mecanismo que actúa a ciegas en el amor hacia las personas no difiere ni un ápice en el caso de los objetos, las ideas o cualquier cosa que en principio no debería ser tratada con tanto amor; como una persona.  Lo curioso de esta

20-Nooooo

20-N El cielo está encapotado. Hace frío. Calahonda se ha inundado tras las trombas de agua de ayer por la tarde-noche. Tormentas y rayos. La luz se fue varias veces. Y hoy, el cielo sigue cubierto de una masa gris intangible y yo camino con la seguridad del que alza la cabeza firme porque sabe que está cumpliendo con su deber, aunque sea consciente de que por mucho deber que cumpla su acción apenas tendrá relevancia.  Camino directo a mi mesa electoral. La busco al entrar en el recinto. ¡Qué casualidad! Es justo la que tengo enfrente. Abro los dos sobres para comprobar que no me he equivocado. "Sí, son las mismas papeletas que había metido esta mañana", me confirmo.  Un minuto después, los sobres se mezclan en la caja con muchos otros y yo sé que entre ellos la mayoría es de un color que no me gusta; me asusta. No el color en sí, sino las ideas que lo componen, porque descubro entre sus trazos un mecanismo retrógrado; el mecanismo de la máquina del tiempo que retrocede la

Etimología semi-inventada de "Nostalgia"

Se ve que soy un neurótico de las etimologías; si no es así, entonces quién me puede explicar por qué me he despertado esta mañana al son de esta etimología semi-inventada. Nostalgia . Algia significa dolor . Hasta ahí todo normal. Ahora empieza la parte líquida de la palabra "nost(a)". Si lo leemos en voz alta tenemos algo así como "no está". En otras palabras, que la nostalgia debe ser el "dolor de lo que ya no está", de lo que se fue. Mi neurosis etimológica no se puede explicar. Lo que sí se puede explicar es la razón de que sea esta palabra y no otra: ayer sufrí una inundación de nostalgia cuando en facebook mi querida Eva subió fotos de hace años y estuvimos comentándolas entre muchos; amigos del pasado, algunos todavía del presente. Y se ve que mi cerebro ha funcionado toda la noche ahogado en esa marea que es el pasado, en el abismo del tiempo, y al sonar el despertador ha erupcionado esta etimología semi-inventada, pero lógica. Un saludo p

Un frío distinto

El frío que viene de dentro, no el de fuera,  ateridos cuerpos sin vida concentrados en el hoyo de la muerte. El frío que viene de dentro, no el de fuera, lluvia que emerge del ojo porque se ha perdido un amado fuerte. El frío que viene de dentro, no el de fuera, quejidos y lloros tras la caída al valle de los que ya no caminan. El frío que viene de dentro, no el de fuera, un cristal entre un lado y otro, donde los abrazos sujetan la tristeza. El frío, Cae la lágrima del Ártico, congela la realidad. El frío que ya no viene de fuera y te recuerda la vida; más bien el frío que viene de dentro y te recuerda el tiempo. Muerte, frío, infierno, eso puede ser el Tiempo.

Un gato-tigre de esfuerzo y respiración

Entre palabras volcadas a través del micrófono del móvil, cuando la noche ya ha tomado su reino, aparece bajo las sombras de los coches un gato. Su tamaño es descomunal. Su color gris, triste. Bien podría ser un tigre callejero.  Pero no.  El gato sube guareciéndose entre las cortas sombras que las farolas proyectan bajo los coches aparcados en fila en una cuesta muy empinada. yo sigo hablando y comentando. Las risas rebotan en la solitaria calle. La luna fantasea en el cielo. Eva, al otro lado del auricular, habla conmigo de muchas cosas. Parece que la tranquilidad ha llegado.  Pero no. Era solo una terrible ilusión.  De repente, la tranquilidad se quiebra. El motor de una moto de cross estremece el ambiente. Su ruido se intensifica rebotado por la estrechez de la callejuela. Su impacto se desparrama por la cuesta. Un susto. El gato quiere cruzar. Salta. El susto se intensifica. La moto aparece a la vista. Surge como un demonio con guadaña de sierra. Moto(rizada). El ruido tropie

Un viaje inesperado

Llego a la biblioteca y me detengo en las vitrinas vacías, huecas, carentes de viejos huesos, de libros de otros tiempos. Entonces por un momento veo renacer el recuerdo de una exposición habida por lo menos hace un año, donde esas viejas cajas de cristal contenían la belleza misma plasmada en hojas amarillentas, antiguas, hasta salvajes, me atrevería a decir. Libros medievales. Los había de todos los tamaños y contenidos, pero sin duda el más destacable de todos era el que representaba un colorido mapamundi medieval, con sus correspondientes "Terra incognita" y sus ilustraciones de bestias mitológicas. En aquellos momentos de exposición pude transladarme en nave por aquellos parajes antes salvajes, ahora destruidos por el velo levantado, por la mano de un ser avasallador, ambicioso, destructor, humano, descubridor. Navegué por aquellos mares y realicé un periplo, cual Ulises, por aquellas costas andaluzas deformes, mal dibujadas, distintas. Incluso creí percibir el brillo

Político bien sentado derecho

El diálogo del miserable, que lame y lame las palabras del barbudo, de un ruín pedazo de capullo. La despótica demagogia del chulo chulo, que amasa una fortuna sin tener un duro. El bastardo sibilante, un político pusilánime que regresa hacia el pasado en su bien preciado yate. Sus falacias son de ácido, de una podredumbre sin igual, se cree el rey del partido porque no sabe que va a acabar muy mal. El papel les da la victoria, confiados sonríen al pasar, y los pueblerinos, con su derrota, no saben dónde mirar. Hambrientos de nuevo, observan al barbudo con su disfraz sentado bien derecho en su pedestal, mientras come el pastel, el pelotudo . Ingredientes de primera que todos habíamos podido disfrutar, que el pepero sibilante se carga en un pispás. Pobres y mal parados, libres hasta hace poco,                                   cagados, la derecha irrumpe solo con el arma destructiva. Caemos despavoridos de las alturas de la libertad, Adiós, políticas sociales. Adiós, estado del

Lloros

Escucho los lloros de alguien que quiero y se me cae el alma a los pies, diluida en una melodía deprimente. No me cabe la menor duda de que si hay algo que puede lastimar más que el sufrimiento propio eso es el sufrimiento ajeno de alguien que quieres. Ves su mirada dirigida hacia el interior, ajena a la realidad, ausente. Oyes los quejidos dolorosos, el crujido de su corazón quebrado, agrietado. Es terrible presenciar tal dolor. Pero tienes que presenciarlo para ayudar si acaso es posible.  ¿Pudo alguien detener la espada que la propia Dido insertó en su cuerpo desde la atalaya desde donde vio alejarse la nave de Eneas?  No. Solo ella misma habría sido capaz de sobreponerse al filo del metal y lanzar la espada lejos de su alcance. Ella era la única con la capacidad suficiente para cerrar aquella puerta y abrir una nueva, hacia un mundo mejor, donde otro hombre la podría haber hecho feliz. Pero si Virgilio hubiera cambiado la trama, ¿quién sería Dido? ¿Una simple reina, un personaje

En el cementerio de los vivos

Es mañana temprana, soleada y hasta calurosa. Los coches transportan a la gente a través de un camino de eucaliptos hasta que ya inmersos en plena naturaleza, allí donde empieza la montaña, llegan a un lugar destacado: aparece con un blanco reluciente el cementerio de Salobreña. Canalizaciones de agua fresca circundan el recinto, al igual que los abetos dan sombra en el portón de entrada o los cipreses dan vida a los pasillos de lo que parece más un dédalo que un cementerio, con callejas, pasajes sin salida, escaleras, altas y bajas.  Ayer el bullicio de la vida llenó el cementerio de energía, sobrepasando en cantidad a los eternos durmientes. Los vivos acudieron con flores, al menos la mayoría. Las abispas sobrevolaron los nichos de mis bisabuelos maternos, como siempre. Miré los ojos paralizados de mis antepasados. Me planté largo y tendido delante del nicho de mis abuelos paternos, esos que tan pronto me abandonaron; los que casi no vi porque la ventisca apagó con rapidez sus vidas

La magia de unos versos de Ángel González

"Para vivir un año es necesario morirse muchas veces mucho." (Á. González) Con estas fabulosas palabras de Ángel González me he despertado.  No despertarse en el sentido de levantarse de la cama, de salir del sueño profundo. No. Del sueño me ha desgajado una voz, con sus murmuraciones, su tono cansado y destrozado. Estas palabras me han despertado en el sentido de que me han traído de vuelta a la realidad. Me ha puesto los pies en la realidad, en la vida.  Porque vivir cada día es morir mucho. Solo muriendo tantas veces, uno puede ser consciente de lo que es vivir. Y yo muero a diario. Muero de sentimientos, de soledad, de preguntas, de frío. Muero en las palabras. Muero asestado por "ese viejo hierro: la memoria". La memoria afilada del pasado, de saberse vivo sin quererlo estar, del recuerdo de un árbol de tronco ancho en un patio mallorquín, de aquellos colores del pasado, del gris del presente.  He despertado. El problema es que vo

Esperanza, vete a tu puta casa

Esperanza, vete a tu puta casa, de donde no debieras salir. Respira las lágrimas que cada noche me nacen aquí. Esperanza, bruja bastarda, anoche te escribí, y en mis poemas te cansa ver que no termino de sufrir. Naciste de una garganta de barro o no llegaste a salir. Dijeron que eras un mal, que del fondo nadie te vio partir. Pero a mí ya no me engañas, te siento demasiado feliz, donde nace la vida y el latir. Y si no te quieres marchar, pronto llamo a la grúa del tiempo, que sabe de mi malestar y de mi descontento. Regresa por el camino marino y a tu tierra acude, ¿Acaso no escuchas los gritos de tus hijos? Puerca, traidora, Esperanza, la cruel y despiada, juegas con todos y olvidas, que el día que bajes la cabeza allí morirás bajo el martillo,                                         en mi venganza.

Un trozo de pan y un vaso de Montilla

Me he levantado con el extraordinario sabor del pan casero de mi amiga Victoire de Pau y el inconfundible sabor de un Montilla seco y áspero. Recuerdo su casa rústica, justo debajo del castillo de la citada ciudad francesa, con su maravillosa cocina, tan llena de recuerdos, de elementos españoles, muebles recios, tarros de mermelada casera, pucheros; tenía todo lo que el acogimiento pueda desear, pero yo recuerdo especialmente, aquellos momentos en que llovía en el exterior y nos sentábamos alrededor de una mesa, con tapete amarillo, y conversábamos de todo un poco, como una pequeña familia, donde los rasgos sanguíneos son ciegos, por no tener nada que ver. Allí, una Karina de dulce mirada, una Anja de mejillas sonrojadas o una Eva de fabuloso cabello ondulado nos alegraban la conversación con su alegría. Estado de ánimo bañado por un buen Montilla y un plato lleno de rodajas de pan con pipas o aceitunas o incluso con ajo; un pan exquisito, que la propia Victoire hacía a diario, graci

Entre Amélie Nothomb y un tema de oposiciones

Poner dos fuentes semejantes en una misma línea interrumpe todo funcionamiento. correcto del cerebro.  Mientras leía y subrayaba un tema en francés sobre la comunicación, se me ha ocurrido la fabulosa idea de conectarme a la radio france  y escuchar una entrevista que le hicieron hace unos días a Amélie Nothomb (he aprendido que la " b" final en este caso si se pronuncia). Ambas fuentes, escrita y auditiva, en francés me han bloqueado por completo y han  mandado mi concentración a la repisa del descanso. Así que no he visto mejor solución que priorizar mis intereses y aparcar el tema escrito para escuchar con atención las palabras de esta escritora excepcional. Amélie Nothomb cuenta que sigue una rutina de trabajo muy estricta. Se levanta muy temprano y se expone a la escritura durante cuatro horas diarias. Tras lo cual se ducha; dice que en su proceso de escritura hay más trabajo físico que intelectual. Escribe casi de un tirón, así que en cuestión de semanas ya ha dado

Un Ulises en Federico

" Que nadie renuncie a utilizar sus buenas cualidades ", pone Ovidio en boca de Ulises en sus conocidísimas Metamorfosis . Todos tenemos cualidades, malas y buenas. ¿Pueden ser las cualidades malas? Porque si habla de buenas cualidades, damos por hecho que hay malas cualidades. O quizás ocurra aquí lo que ocurre en todo, que las cualidades sean como las monedas, donde hay una cara A aparece enseguida una cara B, una cara y su cruz. Cuando he leído esto me he planteado una cuestión sencilla, pero de difícil respuesta. ¿Cuáles son mis cualidades? Podría enumerarlas. Al menos, las que los años me han ido demostrando. Primero, las que yo veo de mí mismo. Después, las que intuyo que los demás pueden ver en mí. Pero, ¿son realmente mis cualidades unas y otras? No. Mis cualidades, como las de los demás, dependen en gran medida del entorno, de los valores predefinidos y asignados en nuestra realidad, en nuestro ámbito, en nuestra cultura. Las cualidades entran en el plano de los

Un poema estropeado por errores informáticos

Se ve que los avatares de la red no han querido que se publique un poema que he preparado desde el odio y cuando he cliqueado en publicar el mensaje se ha producido un error informático y he perdido el poema. Si ya se sabe que las palabras se las lleva el viento y más aún si estas son líquidas. Visto lo visto tendré que empezar a acostumbrarme a escribir primero en papel y luego pasarlo a ordenador. "Odio tener que odiarte, te odio por traición..." "todos, todos, todos, odiamos o ¿acaso no?" Odio, odias, odia, odian, odiáis, odiamos. ¿Qué importa el orden? Si todos odiamos, todos o ¿acaso no? Algo así había escrito con esfuerzo y suspiros de una musa singular, la que me ha hincado espinas y me ha hecho gritar.                                 "¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!" Un pedazo de zorra que se quiere aprovechar del tonto que se "enamora" sin saber qué es eso de enamorar. Odio tener que odiarte, pero solo tú te puedes culpar. Y ahora me callo, porqu