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Mostrando entradas de 2015

Un cuento navideño que no es ni lo uno ni lo otro, solo invención

Mucho camino habían tenido que recorrer hasta llegar al destino que marcaba aquella estrella fugaz. De ese camino y de su destino y función todo el mundo conoce la historia. Lo que nunca se ha contado es qué sucedió más tarde. Por primera vez en mucho tiempo, Baltasar regresaba a casa con más energía de la que disponía habitualmente. Tal vez haber sido partícipe de aquel evento ultraplanetario le había otorgado una fugaz juventud que ya hacía tiempo había escapado de su tiempo. Pasaron los días y las noches, alternándose el calor de los días y el frío gélido de las noches, surcando mares de blanca arena y dunas que nunca eran las mismas. Ay, pero el cielo, este permanecía ordenado y cual mapa para quien conoce sus caminos, Baltasar vio con alegría la cercanía de su reino. Murallas de barro, casas de frágil adobe, palmeras cargadas de dátiles y canales repletos de agua encauzada. Allí al fondo de la ciudad sobresalía la impetuosa mole refinada del palacio de Baltasar. Porque si alg

Feliz Navidad

Feliz Navidad es lo que decimos en esta época.  Feliz, esa cualidad inventada que parece solo realizable o al menos obligatoria para estas fechas. No creo que la felicidad sea algo que debamos basar en lo pecuniario, en lo capitalista, en lo cursi de una época que pintamos de blanco, de pureza, de magia, de sueños cumplidos... Esto puede parecer un mero y quisquilloso detalle, pero cuando vemos los efectos colaterales no parezco tan loco. La felicidad ha de ser algo perpetuo, a la par que transitorio, algo que parece encontrarse en cualquier minucia pero cuyo efecto debería ser una tela de fondo que no desaparece. Digamos que yo propongo educarnos en la búsqueda de la felicidad íntima y colectiva de cada uno en cada segundo, en cada detalle, viendo mejor el vaso medio lleno y por vacío que este pudiera estar no sentir la pena de la vacuidad, del vacío y de la nada que ocupa todo por naturaleza.  Vivir es tan efímero que es mejor vivir en la suerte que este hecho casual es en sí mismo,

Sin Internet

Lo que hace uno hoy en día sin internet. Para muchos será beneficioso no tener conexión wifi, básicamente porque equivale a no tener distracciones; yo en cambio soy de los que necesita internet. Un ejemplo de ello es que casi no escribo porque no tengo internet en casa. Esto de escribir tiene mucha relación con la disponibilidad: llegan las ideas y las ganas y quieres escribir enseguida, porque si lo dejas pasar se apagará el fuego y ya no habrá ni motivación ni ideas.  ¡Cuántas veces he escrito mentalmente al volante!¡Tantas como veces no he escrito al llegar a casa!  Y los pocos que me leéis, si acaso me lee ya alguien, sabéis que estoy desaparecido. En fin...

Running, porque correr es vivir

Unas veces hay que forzar la acción, pulsar las ganas de escribir, hacer que se haga; otras, en cambio, las ganas salen de repente, de la nada, de la inspiración, de la necesidad... qué sé yo de dónde viene el instinto de escribir. Solo sé que cuando aparece es tan placentero y tan vivo, un querer queriendo, un fulgor en una noche oscura, sin luna, sin estrellas, un flechazo quizás. Al fin vuelvo a sentir eso realmente. Y eso ha llegado enseguida nada más escuchar canciones francesas, la sonoridad casi de blues del francés abrazado por las notas de un piano cuyas teclas tocan con dulzura unas manos de las que no sabemos el dueño.  Yo sé que mi escritura nace de la melancolía, del reconocimiento del paso del tiempo, de la muerte, del pasado, de saberme vivo y delicado. Para mí, el núcleo de todo está en la sensibilidad, en la fragilidad de las alas de una mariposa, de todas.  Nace así mi escritura, pero también mi forma de actuar, el ambiente de mis clases, la manera en que

El chico Apple

Os dejo una historia que escribí justo hace un año. Si mañana me apetece escribiré la historia para este Halloween. Todo dependerá de la inspiración, que últimamente me tiene abandonado. La enseñanza tiene encadenada a mi inspiración. En cualquiera caso, espero que os guste este relato.      El chico Apple                   Cuando cae la noche despiertan los muertos o eso dicen. Nunca presté atención a semejantes bobadas, hasta que ocurrió lo que no debía haber ocurrido jamás.  Hace poco tiempo se me rompió el ordenador y decidí por razones obvias comprarme uno nuevo. Lo cierto es que adquirir cualquier objeto nuevo, que suponga un gasto importante de dinero, merece su cierta reflexión. Estuve barajando muchas opciones y al final no pude resistirme al encanto de los ordenadores de la manzanita. Marc me dijo: "Compra un mac y habrás triunfado." Y así fue, triunfé. Lo que no esperaba en absoluto era que aquello me iba a deparar extrañas situaciones. Las manzanas desde s

Un sonido casi extinto

Hoy he oído un sonido de esos que parecen ya extinguidos o en vías de extinción. He ido a pagar la mensualidad correspondiente al alquiler y el hombre, de una cincuentena de años, ha sacado una vieja máquina de escribir, de esas que se ven en las series policiacas antiguas, y se ha puesto a teclear el recibí y entonces ese sonido me ha traído a la cabeza fugaces recuerdos de infancia. Creo que a escribir se puede decir que aprendí antes de coger un lápiz y realizar movimientos amaestrados en el parvulario. Creo que mi amor por las letras nació en el tecleo caótico y azaroso de aquella máquina de escribir que teníamos en casa y que yo usaba sin saber ni lo que escribía. Solo me gustaba comprobar que al golpear una tecla una palanca se desplazaba hasta el folio y dejaba enseguida una letra igual a la tecleada. Aquello era algo mágico. La magia existe. La magia está en la cabeza. La magia es un niño o una niña que sueña despierto. La magia es ver una metáfora en cada trozo de la real

Tempus fugit

Qué rápido pasa el tiempo y como dice María yo sigo sin volver y escribir algo, liberando esa presa de las palabras líquidas que contengo a menudo. Hallándome actualmente en la cuna del aceite de oliva, solo puedo decir que esta noche si tengo tiempo regreso al blog. Entre tanto, os dejo esta fotito.

Sigo vivo pero de descanso

Ciberespacio de las palabras líquidas, Sigo vivo pero de descanso. Por eso no me veis por aquí ni escribo nada. No me apetece. Llevo más de un mes de vacaciones y sigo sin tener ganas de escribir, pero esto seguirá abierto aunque temporalmente voy a seguir sin escribir un tiempo. Espero que estéis teniendo un verano fantástico y que lo que queda siga siendo maravilloso. Seguramente ya volveré en septiembre, salvo que las musas tomen posesión de mi mente y de mis manos y no me quede más remedio que entrar para dejarme llevar por ellas.  En cualquier caso, buen fin de verano. Saludos, un servidor.

Locuras librescas

Mi mesita de noche parece un inicio de construcción de un rascacielos. Se me acumulan las lecturas y los libros alcanzan ya una altura que amenaza con asesinarme mientras duerma plácidamente. O no tengo tiempo o no sé organizarme el tiempo de una manera efectiva. Lo peor de todo es que yo sigo iniciando nuevas lecturas sin terminar las ya empezadas y esto parece ya un nuevo pecado capital: la bibliofagia, una especie de gula atragantada, que no sé detener. Algo negativo de esto es que además ya me cuesta discernir entre historias y tengo un popurrí mental de personajes, hazañas, tramas, ritmos... que no consigo diferenciar. Entonces ocurre que me pongo con uno de esos libros y creo mentalmente expectativas que imposiblemente van a cumplirse, porque las ideas e indicios que me llevaban a tal desenlace no son de ese libro, sino de muchos otros, con lo cual más perdido aún.  Una locura transitoria. Me temo que a este paso voy a desarrollar una locura transitoria, una manía librer

Ideas

No sé. Tengo ganas de escribir, pero no sé sobre qué. Es solo esa sensación de querer escribir, de volcar la voz interior en palabras líquidas. Pero qué os puedo yo contar. Y me cuesta escribir. Uno consigue fluidez para la escritura cuando escribe mucho y parece que las ideas y las palabras van en una misma dirección, todas hacia una misma meta, la punta de los dedos. Al igual ocurre cuando se deja de escribir. Uno olvida, por falta de tiempo, que hay un espacio como este en el que descarga el torrente de palabras y cuando decide regresar ya sus dedos, sus ideas y sus palabras han perdido todo control y parecen salvajes de nuevo. ¿Acaso las palabras no son también entes que un día uno domestica y al día siguiente deja libres para que vuelvan al estado primigenio?  Durante muchos años he soñado con ser escritor, con crear mis mundos o plasmar los que ya estaban creados en mi mente; he lanzado ensoñaciones que pensaba que podrían realizarse, imitando a un personaje que una vez

Momento tierno

Hoy venía en el autobús de vuelta del instituto y ha habido un detalle que me ha gustado mucho. A mi lado estaba sentado un muchacho con algún tipo de deficiencia mental, que al parecer va a Almería y vuelve todos los días él solo. Pues resulta que por esa razón los conductores del autobús ya lo conocen. Si vierais el trato que le dan y el cariño con el que se dirigen a él es digno de admiración. Un conductor le ha regalado una galleta y ha cambiado la sintonía de la radio a otra que le gustaba al muchacho, de nombre Paco. El otro conductor le ha hablado muy bien y le ha regalado un bizcochito de chocolate. Ha sido muy tierno. A veces hay gente que da esperanzas por la humanidad.

Sinsentidos en una papelería

Estar en la papelería y ver una situación un poco surrealista.  Voy a la papelería para comprar unos rotuladores de pizarra y me encuentro con la típica pesada de turno que ha llegado un poco antes que yo. La susodicha señora quiere comprar un cuaderno personalizable o al menos eso es lo que parece. Cuando ve la libreta que tienen en el establecimiento, ella dice que es un poco fea y demasiado grande y que ella la compraría si se la cortan con "el cacharro ese que utilizáis vosotros para hacerme mis libros encuadernados". Quiere que reduzcan las libreta mediante un proceso chapucero. Y todo esto sin dejar ella de hablar y de hacer comentarios desafortunados. El intenso calor entra por el cristal del escaparate y la gente se acumula detrás de mí, porque no terminan nunca la señora. Visto que es imposible arreglarle esa libreta, la dependienta (por un momento he pensado si referirme a ella como la papelera... una persona que trabaja en una papelería, ¿cómo se llama pues?)

Troya

"Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves —cumplíase la voluntad de Zeus—desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles." Canto I. Ilíada Miles de veces he leído este inicio de la no tan celebrada Ilíada, de Homero (aunque muchos dicen que lo mismo ni él existió). Digo no tan celebrada porque cada vez hay menos gente que conoce esta obra magna. En cambio, a mí me parece tan necesaria, tan llena de sabiduría, de valores, de expedición a las entrañas de la Humanidad, al tuétano de los huesos que vertebran la Historia, en la que prima antes la voz de los vencedores que la de los vencidos, la tergiversación a la realidad (acaso la realidad no exista en verdad y sea más bien una interpretación humana, que como tal es subjetiva y ampliamente volátil y dúctil). Y releo ese comienzo y

La falta de coherencia y lo revolucionario

Se nota que apenas tengo tiempo libre. Pero me gusta esto de encadenar proyectos y pasar las horas haciendo cosas. No hay peor maldición que la quietud, porque la vida está para el movimiento; ya habrá tiempo infinito para estar parado, no siendo nada, dejando de ser. Hace ya un tiempo, puede que sea una decena de años, empecé a observar la falta de coherencia que gobierna las vidas de las personas. He podido comprobar que la gente dice una cosa y hace otra. Lo he visto en casos tan extremos como puede ser basar sus vidas en la defensa a ultranza de algo y, en realidad, actuar conforme a lo que tanto defiende y pretende promover. ¿Esto por qué ocurre? He pensado a veces que se deba al hecho de que actuar según el pensamiento equivale la mayoría de las veces a una evolución activa, de un cambio ajeno a lo imperante, y eso, me temo, conlleva un uso de energía que casi nadie está dispuesto a utilizar. ¿Tanto cuesta ser coherente con uno mismo? ¿Es realmente tan complicado actuar como

Lecturas

Estos días que he estado de puente los he pasado prácticamente en casa, casi sin salir, salvo para pasear a mi perrita. Lo primero que he hecho, después de desayunar, ha sido entrar en la red, navegar entre curiosos artículos, noticias asombrosas (para mí hay muchas noticias que son asombrosas y esto es algo que me gusta de mi forma de ser, ese despertar que mantiene la mente despierta y que espero no se me vaya nunca) y he escrito algo en este blog que a veces tengo tan abandonado, cosa que no me gusta tanto, pero qué vamos a hacer.  Después de terminar la densa lectura de Como la sombra que se va , he empezado otra lectura mucho más ligera, tanto que he necesitado adaptarme de nuevo a las lecturas livianas. Me sorprende lo errático de la mente, la plasticidad de esta y comprobar, cada vez que hago este ejercicio, que cuando la cabeza se moldea a los textos complicados esta se pierde en los textos simples y viceversa. No sé si es algo que me ocurre solo a mí, que soy un ser extra

Como la sombra que permanece

Ahora que termino la lectura de Como la sombra que se va , de Antonio Muñoz Molina , y me deja una sensación de desazón, no porque sea una mala novela, más bien al contrario es una novela rica, compleja, llena de profundidad e hilos entrelazados con maestría, la de un tejedor de historias que siempre me deja asombrado y que siempre hunde las agujas y los hilos de sus tramas en los más hondo de mi ser. La desazón de la que hablo es producto de haber estado en la conciencia de un asesino, de una víctima y de un escritor en sus primeros años.  Dice A. M.M que la novela llegó a ser una verdadera obsesión. Lo creo a pies juntillas, porque yo mismo como lector me he envenenado con esa historia. Está tan bien narrado, tan bien enfocado todo. Dicen muchos lectores que no ven la relación de las historias entrelazadas entre Earl Ray, Martin Luther King y el propio Antonio Muñoz Molina. En cambio yo veo mucha relación: una obsesión. Los tres protagonistas de esta historia viven con una

El reino del terror

Ver cómo destruyen la memoria de la humanidad permanente en la piedra trabajada hace miles de años es un crimen atroz.  Lo que la apisonadora del tiempo no ha conseguido eliminar; manos guiadas por ideologías han dinamitado y reducido a polvo la piedra como los castillos de arena derribados por la tempestad. Ayer, creo que fue, vi cómo en Irán destruían a martillazos obras de arte conservadas y preservadas a lo largo de tantos años. ¿La razón? Porque eran anteriores al islam. No hay razón que justifique la destrucción. No puedo entender semejante salvajismo, soy incapaz de digerir tal cantidad de terrorismo. No entiendo nada. ¿Por qué destruir la memoria? No sé explicarme, estoy traumatizado. Tal magnitud de caos me desborda. ¡Cómo puede haber seres tan necios y nefastos! En nombre de una religión, como excusa para todo, hacen lo que les sale de las narices, destruyen lo que les apetece, cortan cabezas literalmente, queman vivas personas con ideas distintas, caminan a su antojo po

César o Gerión

Ahora me gustaría escribir sobre un hecho ocurrido hoy con unas compañeras de oficio, pero no voy a comentarlo, sino que simplemente voy a escribir sobre la importancia de ser coherente con uno mismo. Yo soy sensible y comprensivo. Dicen que debería aprender a ser rígido y menos comprensivo. Podría serlo, con toda seguridad, si me metiera en la piel de un César gobernando sus tropas romanas para combatir a los Galos y hacerme con todo su territorio. ¿Pero debo convertirme en un romano cuando soy un tartésico? Me equivoque o no yo soy Gerión más que César. Por lo tanto prefiero la benevolencia y la simpatía, acorde conmigo mismo y con mi forma de ser, antes que la dureza del acero. Una torre de acero tiene la ventaja de que permanece firme y no se inclina ante ningún ráfaga de viento; una espiga de trigo se doble con el viento y hasta puede volar. Yo prefiero doblarme con los vientos y volar, si es necesario, fundirme entre las personalidades de mis alumnos y no ser otra tragedia en su

Más listo que el hambre

La estabilidad mata el ingenio, así como el hambre alimenta el intelecto y hace al más tonto el más astuto. Cuanta de ello es el hecho de que mi blog ha perdido en frecuencia de publicación de posts. Siempre me ocurre, como supongo que a todos, que cuando la paz está en mí no encuentro tanta necesidad para escribir y, aunque me acuerdo cada día de este espacio que tanto aire fresco me ha dado siempre, vuelvo cada vez menos a este rincón acuático y léxico-ideológico-experimental-liberador-gratificante. De hecho, como me estoy demostrando ahora, he llegado a un punto en el que si entro en el blog y me lo propongo no tengo dificultad para la escritura. Es cierto que no fluye con la celeridad y la facilidad que lo hace cuando la tormenta acude a mis poros y los obstruye con rayos, truenos e inundaciones. Pero como veis también, o más bien vais a ver, ya no tengo nada más que decir, por lo tanto tengo razón con mi primera frase de este post: la estabilidad mata el ingenio. Estoy en un

La historia propia es la más universal de todas

El otro día me preguntaba qué historia debía contar yo como partícipe de mi generación y como obligación que todos tenemos con la humanidad. No sabía la respuesta y ahora sí la sé. No hay más historia universal que debamos contar que la nuestra propia, de la que somos protagonistas y que posee tantos matices y tantas riquezas que difícilmente una historia puede exponer con tanto detalle como la vida misma segundo a segundo. ¿Os imagináis la cantidad de tinta y de papel que necesitaríamos para poner por escrito todo lo que nos ocurre, cómo nos ocurre, qué no vemos en el momento, cuáles son las sensaciones, cuáles las opiniones de los demás personajes de la trama, etc.?  Quizás deba conformarme con vivir esa gran historia que es la propia, si soy incapaz de escribir y vivir una ajena y ficticia, a pesar de que son muchas las que permanecen latentes en mi mente y cuyos personajes han adquirido una entidad que podrían tomar tinta y papel y ponerse a escribir ellos mismos su propia

Historias universales

"Hay historias que cada generación debe contar." Virginia Woolf Recuerdo que decía Bernard Werber en Les Thanatonautes que existen dos tipos de personas: por un lado están aquellas que leen libros y luego cuentan historias; por otro lado están aquellas que no leen y escuchan las historias que cuentan los primeros. Yo añadiría que ahora además están aquellas que ni leen ni escuchan esas historias. Simplemente escuchan historias vacías y carentes de profundidad, meras anécdotas planas. Y si estiro un poco más hasta podemos ver otro tipo de personas que ni escuchan esas historias superficiales, sino que más bien permanecen lejos de la realidad, sin pensar, en un universo paralelo detenido, girando en torno a la propia historia personal.  A pesar de lo que acabo de decir, debería puntualizar que incluso la última clase de persona no puede vivir sin historias, aunque estas no sean más que contarse la historia de uno mismo, en ese estado de ombliguismo tan post moderno

Feliz año con retraso

Feliz año nuevo y todas esas cosas que se dicen al inicio del año.  Quería haber escrito algunos propósitos de nuevo año, entiéndase el típico haré más deporte (porque no hago ninguno), cuidaré más mis comidas (porque como demasiado y poco sano, dígase la verdad o la verdad sea dicha, como bien gustéis más), seré mejor en mi trabajo (este es siempre uno de mis objetivos y del que nunca me quedo satisfecho por completo; soy demasiado exigente o me comparo con gente que es infinitamente mejor, ambas cosas mal planteadas y en exceso) y un largo etcétera que parece no tener fin, o sea que es infinito, ¡Ostras! ¡Tengo un sinfín de propósitos! Eso significa que posee un universo dentro de mí mismo. Como todos, al fin y al cabo. Es más, si no tuviéramos ese infinito la vida sería tediosa.  Estas vacaciones estuve en Marruecos una semana. Hablo de esto porque es casi lo más destacable. Habitualmente mis vacaciones no pasan de la puerta de casa, así que salir al extranjero agrada a cua