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Mostrando entradas de octubre, 2010

El turno de noche

Trabajar de noche es realmente duro; n o podría expresarlo de otro modo. Quien trabajó de noche sabe lo que ello conlleva: horario fuera del natural, noches de café, silencios, crujidos o ruidos desconocidos, extraños, inesperados, que sobresaltan; una vida en penumbra. Los minutos pasan muy despacio, miras el reloj y todavía son las 3 de la madrugada, el cuerpo vive a ese mismo ritmo, las pulsaciones se aceleran de vez en cuando y el ruido de un dátil que choca contra el tejado de plástico parece sacar la vida del cuerpo aletargado y este se estremece. Quien trabajó de noche conoce los efectos de la oscuridad sobre los ojos y los párpados. Sabe que los ojos le dolerán cuando salga del edificio y deba regresar a casa para dormir, cuando el mundo empieza a despertar y el sol despunta por el horizonte marino o montañoso. Es inútil que se lo imagine quien no lo vivió, porque como bien es sabido la experiencia es la madre de la ciencia: siente y descubrirás. En este caso, no recomiendo de

Los éxitos de mis amigos los siento como propios

Hace unos días recibí una llamada que llevaba mucho tiempo esperando, ese telefonazo que te llena de energía y que trae una felicidad incomparable. Si existe circunstancia en el mundo que me haga feliz es, sin ninguna duda, saber que a mis amigos les va bien y que van alcanzando las metas y proyectos que una vez se fijaron. Una amiga que escribe un libro de lectura graduada para extranjeros; un amigo que vive a la francesa y no cesa en su empeño de conquistar a la mujer que por razones incomprensibles no termina de prestarle todo el interés que él se merece; una amiga que se marcha a Marruecos para ayudar con sus conocimientos a los que necesitan de ellos y allí encuentra el hombre que la hará feliz; un amigo que crea su pequeña revista digital en la que desea jugar con las palabras; una amiga que se compra su pisito con gran esfuerzo y que lo nutre de vida a través de las plantas, su pasión; una amiga que lo deja todo por el amor de su vida, cruza un charco que poco tiene de charco, l

Las teocomerciantes

Hoy podría contar que el frío parece haberse instalado en Almería y que hay que llevar ahora una chaquetita para no pasar frío, podría escribir que "El jinete polaco" de Antonio Muñoz Molina, novela que estoy leyendo actualmente, me está resultando un libro de tramas y subtramas cuidadosamente perpetradas, en el que el implacable estilo del autor lleva al lector a tal estado de concentración que bien podría tratarse de una sesión de yoga. Podría hablar de muchas cosas, bien es cierto, aunque no sea un especialista de ninguna. Sin embargo, comentaré asuntos que me preocupan. Cruz rota con moneda de sol Dibujo diseñado por mí.  Son las 11 de la mañana, tocan al timbren de casa y automáticamente, como si fuera una prolongación de su chirriante sonido, mi perra ladra con insistencia al posible invasor. Yo, mientras tanto, sabiendo quién ha de ocultarse tras la puerta, hago oídos sordos. Mi madre abre la puerta en un ambiente de ladridos y entonces se encuentra de frente con l

El riego del blog

Acabo de crear este blog, miro el reloj y pienso "tengo apenas unos minutos para escribir algo que pueda comenzar el goteo de palabras". Sí, ya sabemos que para que algo crezca no sólo hay que plantar una semilla, sea cual sea su naturaleza, sino que debemos arar la tierra, abonarla y enriquecerla para que esa semilla que con tanto amor y esperanza hemos plantado comience a desarrollarse en la dirección deseada. Sabemos, además, que no sólo de la semilla, el arado, el abono vive esa planta que simboliza para nosotros una esperanza, un futuro mejor, un deseo incontenible de proyección. No consiste, pues, en dejarla ahora a su propia voluntad; de hecho debemos cuidarla día a día para que no se muera. Debemos, a fin de cuentas, poner un goteo regular y mesurado para que el alimento no le falte. ¡Eso es! Un goteo constante. Por eso, ahora que vuelvo a mirar el rejoj y que me siento empujado por sus imparables segundos, intento acelerar la escritura sin ni siquiera pensar y revisa