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Mostrando entradas de noviembre, 2013

Desvaríos absurdos

Algo que voy a criticar siempre es esa absurdez que ejemplifica el hecho de que se enseñe literatura a través de libros de texto, de esquemas que reducen la riqueza literaria a meras escuelas literarias, a algo tan vacuo como es un resumen, una crítica, un movimiento literario que no es real. Así no me sorprende que pocos sean los que amen las clases de literatura. Señores, hablamos de libros de épocas anteriores, de la actualidad; por consiguiente, una clase de literatura correcta debería potenciar la lectura, el acceso al placer de leer, pero también a la emoción de conocer a nuestros antepasados directamente a través de sus voces congeladas en el tiempo, afianzadas en letras sobre papel. Porque un curso de literatura jamás debería basarse en un manual. Eso es un asesinato literario, algo así como hablar de platos exquisitos mirando un recetario y no llegar nunca a cocinar uno de esos platos y a saborearlo, olerlo, palparlo y tener que limpiarse los restos que se quedan pegados a lo