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Mostrando entradas de mayo, 2014

Tiempos aceleradamente fugaces

No sé bien dónde leí hace poco que la mente de las personas de hoy en día tiende a lo rápido, lo seco, lo fugaz. Tendemos a perder el hilo de la lectura en cuanto esta se hace larga y compleja y no nos queda más remedio que leer y releer muchas veces un párrafo porque a mitad de la frase ya estamos divagando y pensando en otras cosas; parece como si el placer de masticar palabras con tranquilidad y deleite fuera una enfermedad contra la que nos han ido vacunando y ya se ha vuelto imposible.  Intento imaginar cómo eran las gentes del siglo XIX; tan capaces para leer obras colosales, donde uno se pierde ahora en los detalles, en las tramas, en el devenir tan lento de la narración, de los acontecimientos de los personajes. Me pregunto cómo hemos llegado a esta situación de fugacidad extrema. ¿Somos ahora más tontos que antes? ¿Tenemos menos capacidad? ¿Tendemos a ir perdiendo cualidades con la evolución? ¿Hemos llegado ya a la declinación?  Como siempre no sé nada, salvo lo que

Carmina, una filosofía de vida.

Las comedias por naturaleza son críticas directas de la sociedad del momento camufladas en una carcajada continua. En este sentido, Carmina y amén , la última película de Paco León , cumple con la definición por completo.   En Carmina y amén, se habla de la vida misma, de Carmina ante la muerte de su marido.   Carmina, esa señora que fuma como un cosaco, que es capaz de hacer frente a la muerte de un familiar (¿repentinamente?¿Causada por alguien?) de la manera más natural posible y haciendo uso de su natural instinto a la supervivencia (mantenedlo en secreto dos días para poder cobrar la paga extraordinaria). Esa mujer, a pesar de su mala versación, es una luchadora, una leona criada en la sabana de la vida dura y una tragedia en sí misma. Es una madre que mira por el futuro de sus hijos, por su marido, por sus vecinas, por todo, en realidad.  Carmina es el ejemplo de una filosofía de vida que más de uno debería copiar.   Ayer mientras veía la película en el cine tuve se

Renuncia

Hay cosas que no deberían ocurrir. Hoy me ha sucedido una de ellas. ¿Puede haber algo más doloroso que tener que renunciar a algo que deseabas con todas tus fuerzas y esperabas con ansiedad? Sin duda la muerte de un ser querido o algo así por el estilo es superior a cualquier cosa; pero lo de hoy ha sido muy doloroso para mí.   Hoy me han llamado para hacer una sustitución de profe y he tenido que renunciar. Quien me conoce sabe que era algo con lo que he soñado que pasara. Qué mal me he sentido al decir ese terrible monosílabo: " No. Desgraciadamente debo renunciar ." La chica al otro lado del teléfono ha entendido de inmediato mi pena con un "¡qué mala suerte! ¡Qué mala sombra! " Eso mismo he pensado yo. Tener que renunciar a algo porque necesito dinero, porque necesito que no me falte el trabajo, es tan lamentable... pero no puedo quejarme, no debo hacerlo; en el fondo soy un privilegiado. Tengo un contrato de trabajo de cinco meses. ¡Cuánta gente daría lo q