Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2014

En attendant...

La eterna espera. Es desesperante esperar que algo ocurra, que el destino cambie y dé un giro en tu vida y que todo empiece a sonreír, si es que eso es posible, porque las cosas y mucho menos la vida no tienen sonrisas ni ojos ni expresión, solo efectos en nosotros.  Llevo desde enero esperando que baje la bolsa. Estoy tan cerca, tanto que tengo la cabeza todo el día puesta en eso, en aquello, en lo otro, en lo que me incumbe, en lo que no, en ese caos que puede llegar a ser el pensamiento, una vorágine que no cesa. Y no se mueve. Y el destino no me salva de la futura depresión.  En mi vida he tenido siempre momentos en los que era yo el que llevaba las riendas de mi vida, de mi destino. Yo era el que forzaba y pisaba con fuerza y, aunque con miedos, afrontaba lo que deseaba. Tenía la voluntad como arma y la juventud como motor. Tenía un colchón siempre también, un lugar donde resguardarme.Sin embargo también ha habido y habrá momentos en que dependo del destino, de algo a

En un segundo, el cambio.

En un segundo, el cambio. "Yo puedo con todo. Tengo fuerza para afrontar cualquier cosa", podemos decirnos a menudo; sin embargo la realidad es que podemos hasta cierto punto. Lo digo no siendo pesimista ni tremendista, simplemente como una constatación tranquila y pausada sin mayor consecuencia en mi vida o en la de cualquiera. En un segundo llega la enfermedad, se instala, te roba el hambre, te cose la garganta y ni el agua es bienvenida, sino más bien una especie de agente dañino que tratas de evitar. Además sube la fiebre y ya entonces en cuestión de horas has dejado de ser tú para ser un monigote sin energía de movimiento, solo con energía para calentar, con capacidad para freír huevos en tu propia barriga. Eso mismo. Tu cuerpo se vuelve una plancha viva y, si aprieta más el calorcico, hasta eres una secadora y un calientaplatos. Pero no se queda en eso, luego te derrites, se te secan la boca, los labios, los ojos, el cerebro y deliras, se disparan los sueños, las f