Punta Entinas desde Cerrillos. Roquetas de Mar Ay, Verano, que te vas, como un julio incendiario, como un agosto mágico. Ay, Verano, que te vas, dejando un rastro de cenizas, lloviendo solo sudor. Ay, Verano, que te vas, como una estrella fugaz, como la ola del mar. Ay, otoño, que vienes, con tu tela de castaña, con tu triste soledad. Ay, Verano infinito, no corras tanto, que el tiempo ha sido inventado no para fugarse de la realidad, sino para dilatarse hasta explotar. Verano, mi verano telefónico, mi estío variable, flor, sequía, incluso angustia y desazón. Que caiga la aurora, que estalle su color, que el verano que pronto muere me traiga el ámbar de tu calor. Y que antes de verter su zumo el sol nos regale cromatismo e ilusión.
Las primeras palabras se plasmaron sobre piedra, quizás, estas de ahora las plasmo sobre las pantallas líquidas de vuestros ordenadores y teléfonos. Bienvenidos/as al espacio donde mis palabras tienen lugar.