Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2011

La felicidad según Benedetti

Parece que últimamente le estoy prestando demasiada atención a Benedetti; será porque nunca antes quise leer nada suyo o porque no me había llegado el momento de sacarlo del desván y quitarle el polvo que cubrían sus solapas. Ahora ha llegado el momento y estoy encantado de abrir una nueva ventana que me muestra a diario el paisaje que antes veía pero no me atrevía a describir, a reconocer como cierto. Si no me creéis, mirad esta roca levantada entre líneas de tinta sobre fondo albino: " La felicidad es un estado mucho menos angélico y hasta bastante menos agradable de lo que uno tiende a soñar. Ella dice que la gente acaba por lo general sintiéndose desgraciada, nada más que por haber creído que la felicidad era una permanente sensación de indefinible bienestar, de gozoso éxtasis, de festival perpetuo. No, dice ella, la felicidad es bastante menos (o quizás bastante más, pero de todos modos otra cosa) y es seguro que muchos de esos presuntos desgraciados son en realidad felices

De ni-ni a indignados

Indignado me he quedado con los golpes indiscriminados de una banda de psicópatas que gobierna el estrado de unas calles de acampados, luchadores desarmados, para poner fin a las ratas del país ya infectado. En un país desalentado, vivían los jóvenes ni-ni, sin trabajo ni futuro, relegados al olvido. Los llamaron los perdidos de no se sabe bien qué causa y ahora que alzan la voz los echan a patadas. ¡Qué vergüenza de fuerzas de un estado ya podrido! ¡Qué valientes estos jóvenes que resisten enraizados a su lucha desde el suelo! Ojalá el altavoz ya activado solo sea silenciado por los retos alcanzados y que de ni-ni pasemos a los pacíficos revolucionados que consiguieron con palabras lo que antes nadie hubo atrapado.

Repugnante bipartidismo

Repugnante bipartidismo. Así he decidido comenzar. Detesto la política de este país, donde cualquiera puede comportarse como más le apetezca siempre que se escude en unas siglas: PP, PSOE. Puede haber imputados, poco importa. Las elecciones pasadas han aclarado algo que ya se veía desde lejos: en este país hay un claro bipartidismo. Somos gente de ideas fijas, unos más que otros, y no damos la oportunidad a otros. Si apoyamos al PP, lo haremos siempre. Si apoyamos al PSOE, lo haremos siempre. Si apoyamos a IU, lo haremos siempre. Si apoyamos al BNG, lo haremos siempre... Ese siempre es el que me mosquea. ¿Qué es? ¿Debemos ser siempre de un mismo partido? ¿De una misma ideología? Las ideas fijas nunca fueron buenas, pues son sinónimas de STOP, de una parada eterna, donde la evolución no ha lugar.   Me sorprende en cierta medida que el PSOE haya sido castigado y que el PP haya sido recompensado por no hacer absolutamente nada. ¿No deberían haber padecido los efectos de sus malas polít

Lo imposible

Porque hay cosas imposibles (Tú, Yo, unidos, enlazados) de eso cada día estoy más seguro. Porque todo no es posible (Un amor correspondido) entre nosotros dos. Porque el corazón tiene voz (de silencios, dudas) que nadie puede callar. Las inseguridades son seguras: quiero ahora otras cosas que antes no quisiera, no soñaba. Porque en la vida todos somos (cadáveres, recuerdos) vasijas repletas de deseos. Porque lo imposible sea posible y lo que ahora ya no es, fuera un estado de felicidad alcanzado. Porque en la vida nunca se sabe y el corazón puede cambiar de                                                 objetivos: carnes, verduras, pescados, legumbres.

El viaje

Un viaje, el viaje. El viaje al infinito, a la vuelta de la esquina, al comedor, a la panadería, a la luna, a las entrañas del infierno, por las nubes, por los libros, entre letras de tinta o de agua, en los sueños, con los pies, con las manos, a través de un olor, de recuerdos, de sonidos embaucadores, en tren, en barco, en avión, en bicicleta, en monociclo, a pie.  Un viaje como sea, donde sea, cuando sea.  ¡Qué importa!  Lo que importa es el viaje; lo demás formará parte de nosotros, de las risas, las anécdotas, los traumas, los silencios, las alegrías, las tristezas, las penurias, los problemas, las sorpresas. Porque el viaje es la esencia misma de la vida. Porque vivir es un viaje con destino incierto; pero, al fin y al cabo, un viaje, el viaje. Eso sí, no olvidemos que, como he leído hoy en el tablón de Rosa Sanmartín, el viaje siempre es hacia el interior, aunque parezca lo contrario. Por ello, si buscamos en el viaje una solución a alguna obsesión, no conseguiremos encontr

Ánimos

Sin duda el cuerpo que sube baja a la tierra enseguida, del mismo modo que sube lo que baja en el agua. Es curioso que todo tienda a regresar a una misma línea; llámese esta horizonte, superficie o como se quiera. Hoy he recibido unos chocolatitos de pascua desde Suiza, una carta y un audiolibro en alemán. ¡Estoy con energías, por lo menos hoy! Ánimos, eso debo darme, aires nuevos, frescos, porque ánimo significa eso, viento. Mientras tanto, me conformaré con comer chocolate, así calmaré muchas necesidades. ¡Viva el chocolate!

¿Quién conoce a Cupido?

Si alguien conoce a cupido, le pido que me lo presente. Tengo un par de cosas que comentarle, que reprocharle.  Necesito que me cambie el corazón, que lo endurezca, lo ablande, lo ponga en remojo, lo seque, lo humedezca, lo pinte de color, lo llene de sombras, de luces.  De camino le exigiré que me cambie los ojos, que me permita ver el amor allá donde esté, para que no sufra tanto, para que sea correspondido.  Le reprocharé que me haya dado un mal encanto, que las pocas personas que se fijan en mí, no me gusten; que las personas que me colman de brillo e ilusiones, no me quieran. Estoy muy enfadado con él, con ese maldito dios de pacotilla, que se equivoca tanto como cualquier humano. Él no tiene derecho a errar, porque es un dios, ¿no? Cupido, dame tus flechas que yo las lance; estoy convencido de que no me equivocaré.

Sentimientos de metástasis

Los peores sentimientos son aquellos que nacen desde el interior para luego expandirse irremediablemente por todo el cuerpo de un órgano a otro, hasta que te asestan un golpe brutal. Amor de metástasis, terror de metástasis.

De primeras comuniones y demás

Ayer fue la comunión de mi primo, así que entré en la iglesia. Para un ateo, una iglesia no es más que un monumento, un lugar de visita, en el que lo sagrado no existe. Esta, en concreto, no tiene una arquitectura deslumbrante. Es demasiado nueva, joven. Sus paredes son finas capas de pintura blanca, no posee retablo, la única decoración es un jesús crucificado de piel blanquecina y rostro desgarrado. ¡Da pavor! El edificio tiene planta irregular, como de algún tipo de flor abierta: una rosa o un clavel; donde los pétalos forman la zona de bancos y el capullo es el púlpito. Había allí una multitud de gente; unos de pie, otros sentados, siguiendo las pautas que marcaba el cura. ¡Todos repitiendo! Lo que más me sorprendió fue comprobar cómo los niños que celebraban su primera comunión se convertían en papagayos, que decían lo que el cura les adelantaba poco a poco; no sabían ni lo que decían, de hecho. ¡Esas palabras tan antiguas, tan inapropiadas para la fina voz de la juventud! Si l

Racismo promovido por los medios

"Ayuntamiento de Valladolid da ocho días a un grupo de rumanos para desalojar una antigua edificación en Pinar de Jalón", titula una noticia el periódico europaexpress.com. Estoy cansado de que siempre se tenga que especificar la nacionalidad de los delincuentes, los ladrones... ¡Qué nos importa de dónde vengan! Parece un detalle nímio; pero es mucho más grave de lo que pueda parecer en primera instancia.  A fuerza de oír este tipo de especificaciones se asienta una idea "racista" en la colectividad. Un ladrón es un ladrón, el resto ha de darnos igual; es información innecesaria que no aporta ningún dato relevante. Por ello denuncio a los medios por racistas; sálvese quien pueda.
Juntamos el dinero, para cruzar las aguas, ocultos bajo la noche, desde cuevas escondidas. Juntamos el dinero, para traspasar fronteras de papeles, de números, donde la vida fuera mejor. Juntamos el dinero, para saltarnos las leyes, para ser inmigrantes sin barro en las pestañas. Juntamos el dinero, para pasar sin saberlo a un mundo distinto a un infierno de miradas. La tempestad despertó el marino manto, el cayuco volcó y nos mató.

Conjuro para eliminar las dudas

Manto de dudas, retírate, déjame ver la luz oculta, muéstrame el camino, sin movimiento, ni tormentas, el que estabiliza las balanzas, el que me saque del agujero, donde la soga me aprieta, donde las gafas sobran. Manto de dudas, desaparece, enséñame cómo esquivar el filo, el veneno, el tiempo, la cuerda que me sostenga para no caer donde caigo día a día. Dame el valor de encarar esa mirada de espejismo que teje tus propios hilos. Ayúdame a ver claro, sin que los nublos agrisen, sin que el sol me ciegue. Manto de dudas, habla, si conoces las palabras, sin falsos amigos, sin falsos sentidos, con exactitud, esos verbos que me den la acción.

Iguales diferentes

Las palabras " casser " en francés y "casar" en español pueden parecer a simple vista iguales y, no obstante, dicen completamente lo opuesto. Casser significa romper, de donde se extrae la idea de separar algo en piezas; mientras que casar significa unir, enlazar diferentes partes en una sola. Por consiguiente, no todo lo que se parece por fuera es semejante y, por extensión, no todo lo que se diferencia por fuera es diferente en realidad. Seres de diferentes etnias o color de piel distintos, por nombrar algo, pueden compartir toda una extensa serie de semejanzas, gustos, actitudes, pensamientos, sentimientos...; del mismo modo que dos blancos pueden ser distantes como Franco y Machado. Porque no todo es lo que el ojo muestra; una realidad que bien podría estar "cassée" en vez de casada con la verdad.

el ojo del perro

El otro día yendo en el coche con mis amigos, Ade y Paco, me fijé en un pequeño detalle: su perro, Lunes, que estaba mirando por la ventana, no movía los ojos de izquierda a derecha, como nos sucede a los humanos. Miramos el movimiento de los objetos sin darnos cuenta de que los ojos se desplazan con rapidez, porque para nosotros la sensación es de fijeza; como si solo miráramos aquel árbol de allí, el letrero de enfrente, la bonita casa de la colina o el arbusto agitado por el viento. Un objeto estático que, sin embargo, se mueve, porque nosotros nos movemos. ¿Qué me lleva a pensar esto? Que los perros no prestan atención a lo que hay fuera del cristal y se quedan obnubilados en sus propios pensamientos; vamos, que viven "empanados", como nos sucede a nosotros a veces.

Una vida de recuerdos inventados

El cuerpo raquítico y envejecido en los brazos del tiempo miraba las imágenes sucesivas, recuerdos del pasado, alimento de su mente, de su vida, de su infancia, un beso soñado, una hija que no tuvo, una esposa que quiso, un amor incontrolado, prohibido e inaccesible, nada era real o, tal vez, sí. Un corazón aplastado por la mano de hierro de la sociedad traidora o de su propia sociedad interna. Su vida eran recuerdos de un pasado futuro e infinito de instantes fugaces, perdidos en la maraña de fotos visuales, intangibles, absorbentes. Una realidad diluida en la pesadumbre de inestabilidades, de dudas, de envidias y necesidades que ni ese cuerpo supo explicar. Una vida de recuerdos inventados.