No prestéis atención a mis reflexiones, son solo mías, de mí, hacia mí, por mí. Me busco a mí mismo, me pierdo a mí mismo, con mapas o brújulas, yo nunca existo. Creemos conocernos, todo es mentira, somos un tríptico de espejismo en desiertos, bajo el sol, nieves fundidas, emoción. Mi yo, un trío, el de las entrañas, el de las fachadas, el verdadero. Me miran desde fuera desde dentro, veo yo, ¿quién soy ese soy? ¿Quién es ese tú, yo? No prestéis atención a mis reflexiones, nada nuevo digo, todo ya alguien lo aclaró, en el parto de la historia, su primer lloro, una absoluta verdad, decepción.