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Mostrando entradas de mayo, 2012

Baja producción

Me acabo de dar cuenta de que he bajado la producción de entradas este mes. Parece que la crisis también afecta a mi blog. No me apetece escribir nada, estoy vacío, descolocado, desorientado, perdido, angustiado, desganado, afligido, et caetera.

Triste realidad

Sube la prima de riesgo en mi cerebro, cantan los pájaros o eso quiero. Cae la bolsa con precipitación, no es lluvia refrescante, sino dolor. Recortan de la tela pública, la de todos, no para elaborar ilustres vestidos, sino lágrimas. Así lloran los corazones, se ahogan los pulmones, ¿Es un charco o un océano? ¿Es el fin de lo que era un buen momento? ¿Naufraga el trasatlántico de la tranquilidad? Tiembla la tierra en Italia, como ya tembló una vez, se abre el agujero por donde se derrama la osadía, que ya de nada sirve, solo hay desconsuelo. ¿Hay esperanza?                                                     Los gobernantes la mataron. Salió de la urna, recorrió los bosques, la gente era feliz, dieron la voz de alarma y una horda de cazadores con supuesto poder tensaron cuerdas de un arco de oro, extrajeron las flechas del carcaj y con puntería asesina hundieron la saeta, fue entonces un demacrado mal muerto. ¡Por una vez que hubo abandonado la vasija de P

Automática, incluso loca.

Era mañana soleada, el aire soplaba débil, casi era imperceptible, una caricia suave y algo tibia. Cuando amanece alegre y todo parece un remanso de paz y tranquilidad has de estar atento, porque debajo de esa falsa imagen se oculta una realidad triste y, en absoluto, utópica; hay familias sin pan, rebaños de vagabundos que se refugian donde pueden, en un cajero, debajo de un banco del parque, bajo la copa de un árbol solitario, tal vez solo protegido por cartones que le ofrecen aislamiento térmico mínimo.  Ocurre que, además, encima de esa falsa realidad hay cuatro, si no menos, titiriteros que deciden el presente de la miserable masa ciudadana que los ha situado en ese lugar. Observémoslos de cerca.  Espera un segundo; estoy buscando la lupa que tenía hace un rato por aquí. ¡Ajá! Aquí está. Tiene el cristal algo dañado, pero ello no me impide ver la extraña aura de estos cuatro perros.  Uno tiene el bigote largo y ladra de una manera "extraña"; no parecen l

Un grupo temible

Prácticas que un docente jamás debería tener la obligación de usar: -Dar voces. -Poner partes, amonestaciones y expulsiones. -Mostrar desesperación. -Decir a su grupo que es el peor que haya visto. -Tolerar el desorden. -Mandar copiar frases de comportamiento. -Echar al pasillo , etc. La lista es larga y yo ya he llegado a ella en un único grupo. Me pregunto cómo una clase con una treintena de alumnos de 1º de ESO consigue destruir los muros que guiaban y contenían el caudal habitual de mi tranquilidad docente; cómo consiguen que el caudal se desborde provocando verdaderas mareas.  Es una pregunta sencilla.  No consigo adivinar el modo de solventar tal problema. Y si no lo consigo no sé cómo llegaré a salvar los campos ya anegados. He tratado de ser rígido, de mostrarles mi cara más dura, de demostrar autoridad y, sin embargo, lo único que he logrado con ellos ha sido liquidar mi débil voz, quebrar mi capacidad de tranquilidad e, incluso, rozar los límites