Construyo castillos en una nube casera
y abro las ventanas para que me envuelva
ese aire de esperanza falsa, pero necesaria.
Construyo castillos en el aire,
aunque no sean seguros,
pero vivo en España y aquí todo es volátil,
una nube y un castillo tienen aire en sus cimientos.
El corazón eleva la ilusión con su impulso,
su sangre todo lo consume.
Construyo sin ser arquitecto
por ello no me sale nada perfecto,
pero aún respira mi joven pecho.
Construyo castillos preciosos,
¡Qué triste que caigan por sí solos!
¡Qué triste que nunca se sostengan!
Construyo castillos en el aire
hasta que el ánimo no pare,
y con dolor seguiré con el arte.
¿CONSTRUIR? ¿CONSTRUIR CASTILLOS? ¿ESO NO ES SINÓNIMO DE SOÑAR?. ¿Y NO SE SUPONE QUE ERES APRENDIZ DE VIVIR LA REALIDAD?. ¿DÓNDE ESTÁ EL "CARPE DIEM" DEL QUE HABLAMOS UN DÍA?
ResponderEliminarAH, ÚLTIMAMENTE ME RECUERDAS A BLAS DE OTERO
ResponderEliminarPorque vivir se ha puesto al rojo vivo.
Digo vivir, vivir como si nada
hubiese de quedar de lo que escribo.
Porque escribir es viento fugitivo,
y publicar, columna arrinconada.
Digo vivir, vivir a pulso; airada-
mente morir, citar desde el estribo.
Vuelvo a la vida con mi muerte al hombro,
abominando cuanto he escrito: escombro
del hombre aquel que fui cuando callaba.
Ahora vuelvo a mi ser, torno a mi obra
más inmortal: aquella fiesta brava
del vivir y el morir. Lo demás sobra.
Ay, María, ¡qué piropo me has echado hoy! ¿A Blas de Otero? ¡Qué lujo! Muchas gracias.
ResponderEliminarEs verdad que hablamos de vivir la realidad y, de hecho, intento vivirla, el problema está en que mis sentimientos siempre vuelan, diré que son oníricos por naturaleza; pero mi cabeza intenta cada día aplicarse la filosofía del carpe diem.
Muchas gracias por el comentario. Espero que el carpe diem también forme parte de tu día a día.