Soy la cuerda que se lía en su propio lío,
que se enreda en su propio enruedo,
un nudo elaborado con la sutiliza
de un maestro de su oficio,
un nudo aspirante a ahogarse en su propia asfixia.
Aprieto con fuerza, con demasiada tesón,
y mi cuerpo se anuda sin parangón.
Los expertos lo intentaron deshacer,
pero ni la nanotecnología desenreda lo enrededado.
Solo si miro al Magno, puedo encontrar la solución,
que no hay mejor desenredo que el filo de un espadón.
Comentarios
Publicar un comentario