Alegría debería llamarse hoy mi nombre,
cuando el sueño parece mutarse en realidad.
Alegría debería llamarse hoy mi cuerpo,
cuando sabe que su camino se afianzará.
Alegría es hoy algo de tristeza
de una rara vorágine de sentimientos.
Alegría en mí nunca es esa llama
que prende el cuerpo y llena el alma
de energía positiva y buen karma.
Alegría debería llamarse hoy mi nombre
y sin embargo se queda en una pose
petrificada por un cerebro demasiado inquieto.
Alegría fue un día tu nombre, tus manos,
tus murmuraciones, incluso tu aliento.
Alegría fueron tus pasos firmes sobre el suelo.
¿Dónde está ahora todo ese falso sueño?
¿Dónde están aquellos ficticios momentos?
¿Dónde? Quisiera saber y sin respuestas me quedo.
Maldito me creería, si fuera supersticioso,
De mala estrella me vería, con mucho acierto,
pero como digo en nada de esto creo,loco.
Alegría debería llamarse hoy mi nombre,
y sin embargo no soy más que lamento.
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