Una puerta tras otra
se abrirá hasta la mortaja.
Un abrir y cerrar constante
hacia ignotas estancias,
hacia mundos inusuales.
Habrá rachas de fuerte viento,
habrá cálidas habitaciones,
habrá tormentas y brumas,
maremotos y lluvias, tempestades.
Y la vida será todo eso,
esa sucesión de puertas,
de cíclica alternancia,
de temperaturas variables,
de alcobas amorosas
y cocinas aceitosas,
donde los alimentos
se pudran o de aroma te colmen.
Y la vida será todo eso,
eso y mucho más,
un camino de puertas
que se abren y cierran
con asombrosa celeridad,
y sufriremos y gozaremos,
porque la vida es todo eso,
una estancia diferente,
un dominó de líneas divergentes.
Y llegará el inesperado momento,
aunque pronosticado fue en su nacimiento,
y la vida caerá entonces en el abismo,
en el repentino agujero de la muerte.
La vida será eso, todo eso,
una sucesión de puertas de felicidad
y de lamento.
se abrirá hasta la mortaja.
Un abrir y cerrar constante
hacia ignotas estancias,
hacia mundos inusuales.
Habrá rachas de fuerte viento,
habrá cálidas habitaciones,
habrá tormentas y brumas,
maremotos y lluvias, tempestades.
Y la vida será todo eso,
esa sucesión de puertas,
de cíclica alternancia,
de temperaturas variables,
de alcobas amorosas
y cocinas aceitosas,
donde los alimentos
se pudran o de aroma te colmen.
Y la vida será todo eso,
eso y mucho más,
un camino de puertas
que se abren y cierran
con asombrosa celeridad,
y sufriremos y gozaremos,
porque la vida es todo eso,
una estancia diferente,
un dominó de líneas divergentes.
Y llegará el inesperado momento,
aunque pronosticado fue en su nacimiento,
y la vida caerá entonces en el abismo,
en el repentino agujero de la muerte.
La vida será eso, todo eso,
una sucesión de puertas de felicidad
y de lamento.
Comentarios
Publicar un comentario