En este atardecer de hace un año, moría el día, como mueren las historias. En ese día, aquel, dolían los pies, como debieron doler a aquel que una vez corrió en Maratón. Aquel era este, como este era aquel, como la guerra que aquí se pierde, como la guerra que allí se inicia siempre. Yo he perdido en guerras que otros ganaron, para después ganar las que otros acabaron perdiendo. Yo, como todos, dejé coraza y casco, Dejé bandera, casa y hasta mi prado, Como el padre que un día dejó su legado. Perdí la luna y la noche se hizo oscura. Moría el sol y con él la luz. Pero bien sabemos que al igual que no hay tormenta que dure eternamente, No hay noche que dure para siempre. Hoy hace cuatro meses que nacía el sol de nuevo, Cuatro meses, con sus semanas, días, horas, minutos y segundos. Hoy no es como el hoy de hace un año. Hoy es un hoy diferente, mucho más iluminado...
Genial, bienvenido al mundo de la enseñanza!!!! Pero recuerda que en el mundo de la docencia se está en el mundo real.
ResponderEliminarNo te permito que escribas menos o que se vea mermado este blog. En la vida hay tiempo para todo, y siempre tiene que haber tiempo para la gente que te apoyamos en este blog. Menos pensamientos negativos y más positivismo de la vida. Además con todo lo que te va a suceder en las aulas, ya tienes tema para contar por aquí.
Un abrazo
¿Eres profesora, María? No lo sabía. Ya iré contando cosillas. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo