En este atardecer de hace un año, moría el día, como mueren las historias. En ese día, aquel, dolían los pies, como debieron doler a aquel que una vez corrió en Maratón. Aquel era este, como este era aquel, como la guerra que aquí se pierde, como la guerra que allí se inicia siempre. Yo he perdido en guerras que otros ganaron, para después ganar las que otros acabaron perdiendo. Yo, como todos, dejé coraza y casco, Dejé bandera, casa y hasta mi prado, Como el padre que un día dejó su legado. Perdí la luna y la noche se hizo oscura. Moría el sol y con él la luz. Pero bien sabemos que al igual que no hay tormenta que dure eternamente, No hay noche que dure para siempre. Hoy hace cuatro meses que nacía el sol de nuevo, Cuatro meses, con sus semanas, días, horas, minutos y segundos. Hoy no es como el hoy de hace un año. Hoy es un hoy diferente, mucho más iluminado, mucho más claro, con más soles de amaneceres Que refugios de atardeceres. Hoy eres tú, Hoy soy yo.
La rutina sea bienvenida cuando las cosas van bien, e incluso cuando estás trabajando (porque la no rutina sólo supone problemas o marrones).
ResponderEliminarEl placer es apreciar todo aquello que se disfruta en un determinado momento, tomando la conciencia de que puede ser que no lo vuelvas a disfrutar jamás. Si lo miras de esta manera, en ocasiones es un placer comer un helado, estar sola en casa unas horas, no recibir llamadas de teléfono, tomar un café, escuchar esa canción que siempre te recuerda algo o a alguien.
Me acabo de dar cuenta que apenas escucho cds, es que realmente sólo tengo 2 cds que me regalaron este año y para más inri son de Lady Gaga (una fricada de regalo).
Los cds van desapareciendo poco a poco. ¿Un helado? ¡Qué bueno! Mañana me como uno, que seguro que me sienta bien. Gracias.
ResponderEliminarEntonces... es algo normal no? :)
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