Vuelve el veneno diluido en jugos gástricos, el odio y la desgana. Si nadie puede hacer nada por mí y yo mismo no puedo, solo veo una solución. Y ya se sabe que todas las soluciones no son buenas.
Veneno que viene
Veneno que va
remueve entrañas
me hace llorar.
Desesperado, no puedo
continuar en velo.
Levante bochornoso
que me llevas al mar
ahoga mis problemas
o hazme respirar
y expulsa desgracias
males, pesadillas.
Veneno que viene
veneno que va.
Las hojas y el fruto del tejo son un gran veneno que ya utilizaron los celtas y griegos en su época.
ResponderEliminarSi del veneno que hablas es metafórico, sólo me queda darte un consejo: envenénate hasta que tu cuerpo no pueda resistir más, y cuando hayas caido muy profundo, es cuando habrá llegado el momento de resurgir. Así lo hacía el Ave Fenix.
Si por mi experiencia en la vida puedo ayudarte en algo, cuenta conmigo.
Entiendo del veneno del que hablas.
Seguiré envenenándome hasta reventar. A ver si me da complejo de Ave Fenix. :)
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