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Aprendiendo se hace la vida

Siempre he querido aprender muchas cosas, que por unas cosas u otras nunca había intentado dedicarle tiempo, y ahora por fin estoy aprendiendo a hacer punto. Aprendiendo se hace la vida, esa es la filosofía.

Hace una semana mi compañera de guardias me dijo que estaba haciendo encaje de bolillos y me enseñó el dibujo de lo que estaba elaborando. Y entonces se me ocurrió que era mi oportunidad, mi momento para aprender a hacer punto, porque ella me dijo que sabía coser, hacer punto y muchas otras cosas. Yo, que no sabía si me quedaría en este instituto más o no, le propuse que en la siguiente guardia, si me quedaba más, me enseñara y ella aceptó enseguida. Nos reímos mucho y compartimos un sentido del humor muy parecido, así que enseñarme le pareció una buena idea. 

Como me he quedado, ayer fui a comprar lana y quedé con ella en que ella traería las agujas. Hoy se las ha traído y me las ha prestado. Cuando he sujetado las agujas con firmeza, me he sentido torpe e inútil, ¡era tan complicado! Sin embargo, conforme han pasado los minutos mi destreza ha ido en aumento y ahora estoy hasta orgulloso de mí mismo, de ser capaz de seguir con esta tarea que me he impuesto. Solo pensar en que puede que consiga elaborar mis propias bufandas, ya me siento contento. Es más, me hace parecer una parca con gafas y dedos de cristal, que teje con cuidado y cierta dificultad mi presente, mi futuro; de ahí que sea incierto, inestable, pero lleno de vitalidad y energía. Cada día tejeré un poquito y llegará un día en que tendré mis obritas de lana, así como cuando tejo palabras para producir pequeños textos que me liberan.

Tejer como teje el tiempo el deterioro en mi piel, aprender como motor de vida.

Comentarios

  1. Si es que con entradas de este tipo, te dejas querer. !Ya me gustaría a mí tenerte de colega en el curro! Estoy cansada de gente que a sus 30 años no quiere aprender porque se sienten autosuficientes con lo poco que saben. Y es que la ignorancia es muy atrevida.

    Un abrazo

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  2. Muchas gracias, Helmanticae Maria. Estoy seguro de que pasaríamos buenos ratos en el curro. Y sí, aprender siempre ha sido para mí necesario.

    Otro abrazo para ti.

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