Ir al contenido principal

Un pájaro con sueños libertarios.

Esa gota que cae de la nube y se escurre por la superficie blanca del huevo será pronto el fin de la sed de un pajarillo, que golpea ahora con insistencia el cascarón. Primero rompe una parte; luego consigue sacar la cabeza y destroza el resto de la que ha sido su casa, su lugar de nacimiento. 


Pasa el tiempo.



La piel negra y rosácea va cubriéndose poco a poco con pequeñas plumas que se agrandan cada vez más. De pequeño y rechoncho pajarillo se convierte con dulzura en un esbelto pájaro fino y elegante. Ya no abre la boca exigiendo la comida que le proporciona su madre. 



Ahora canta. Es ágil y puede volar. 



La comida le espera. El mundo es colosal: un cielo enorme, azul, de fuego rojizo y anaranjado en ocasiones; una yema de huevo candente que se derrite en las comisuras del horizonte.



Quiere volar y abandonar ya el nido. 



Extiende las alas. Nota el aire acariciando las oquedades de las plumas. Agita las alas. Va a volar. Se impulsa con las patas. Parpadea y vislumbra el mundo que le espera. Tendrá mil aventuras.



...Mil aventuras.



Está volando ya; levita como una hoja impulsada por el viento.



Pero choca, PLUF, de repente con algo. Hay barras de metal y cristal entre esos filamentos. 



El ilustre pájaro vuelve a intentar volar mil veces y en cada intento cae la ilusión de una aventura quebrada por el fracaso. No hay comprensión en su cabeza, solo caos. Llora la gota que bebió de pequeño; ahora es salada.



Está preso y no sabe cómo escapar de esa prisión que siempre tuvo delante y no fue capaz de percibir.



Pero algún día logrará encontrar una salida, porque el pájaro está seguro de que el vasto mundo merece la pena esas mil millones de aventuras quebradas antes de ser conocido.

Comentarios

  1. A partir de ahora te cambio el nombre por Paser familiaris compeditos, o sea pajarillo encadenado.

    ResponderEliminar
  2. Por mi ventana se asomó un pájaro de fuego.Observó el interior de mi cuarto preguntándose a dónde lo conduciría si traspasaba esa nube de vidrio.Lo miré en silencio invitándolo a entrar.....
    La duda era profunda....qué pasaría si despues del intento no podía regresar a su libertad?
    Como vió que era fuego,reconoció su poder,sintió que podría quemar todo lo que encontrase en su camino,que su libertad jamás sería manipulada,que no la perdería.....
    Su certeza de pájaro revoloteaba conmovido por la curiosidad.Recordó que tenía las alas para vivir que le había regalado Richard Bach,asomándose en un rincón del placard.
    Sus plumas se desdibujaron,traspasaron el cristal y....volvió a recuperarlas en el centro de mi alma.
    Desde entonces,mi pájaro de fuego anida en mi interior y.....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El fénix está dentro de todos nosotros. Gracias por tu extenso comentario.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Una tradición muy andaluza: el agareo

En Andalucía, por lo menos en la zona de Granada costa y Almería, todo niño pequeño sabe que puede llegar algún familiar o adulto que al grito de un " El agareo " se te lance y con otros niños, los primos o amigos, te agarren el cuerpo, te bajen el pantalón y, tras muchos forcejeos e intentos de no dejar tus partes pudendas al descubierto, acaba quedando semidesnudo de cadera para abajo y recibir un escupitajo en el susodicho pene.  Yo he sufrido muchas veces el agareo por parte de mi tía la más joven, aunque nunca me escupía. A simple vista puede parecer un horror, pero en el fondo todos se ríen muchísimo. Yo con el forcejeo me lo pasaba de escándalo, envuelto en risas.  Castillo de Salobreña y cruz cristiana a sus pies. Hace unos años descubrí por casualidad el origen de esta tradición andaluza. Se trata de un juego nacido en tiempos de la conversión de los moriscos. No creo que sea necesario situar los hechos, porque todos sabemos lo que ocurrió tras la c

Resistencia de Rosa Aneiros en español

Hoy vengo a hablar de un libro que me regaló una estupenda amiga hace un par de meses y que me sorprendió mucho: Resistencia de Rosa Aneiros en español o en castellano, como prefiráis . Rosa Aneiros cuenta en un lenguaje poético, fresco y renovador una difícil historia de amor entre Dinís y Filipa en el Portugal del siglo pasado; explica y narra, además, la atmósfera que rodea a dicho romance: la historia de unos personajes secundarios, que bien podrían ser tratados por principales. Expresa con soltura la velocidad con que pasa el tiempo y deja al final el corazón repleto de salitre. Esta historia nos narra las dificultades de un amor en una época y unas circunstancias determinadas, donde las leyes de la vida lo rigen todo y la resistencia es lo único que puede hacerle frente. En ella encontraremos personajes hechos de salitre y agujas de pino, que deberán afrontar una lucha con la vida y con los personajes que obstaculizan su felicidad, mediante tesón y una acérrima resistencia

La luz que se fue renació en otro nuevo día

  En este atardecer de hace un año,  moría el día, como mueren las historias.  En ese día, aquel, dolían los pies,  como debieron doler a aquel  que una vez corrió en Maratón.  Aquel era este, como este era aquel,  como la guerra que aquí se pierde,  como la guerra que allí se inicia  siempre.  Yo he perdido en guerras que otros ganaron, para después ganar las que otros acabaron perdiendo.  Yo, como todos, dejé coraza y casco, Dejé bandera, casa y hasta mi prado, Como el padre que un día dejó su legado. Perdí la luna y la noche se hizo oscura. Moría el sol y con él la luz.  Pero bien sabemos que al igual que no hay tormenta que dure eternamente, No hay noche que dure para siempre.  Hoy hace cuatro meses que nacía el sol de nuevo,  Cuatro meses,  con sus semanas,  días,    horas,  minutos    y segundos. Hoy no es como el hoy de hace un año. Hoy es un hoy diferente, mucho más iluminado, mucho más claro,  con más soles de amaneceres Que refugios de atardeceres. Hoy eres tú, Hoy soy yo.