Ir al contenido principal

Desdoblamientos

 La playa, viento del sur moderado, cuatro jóvenes practicando skysurf, la arena fría, el agua helada, mi madre leyendo en la toalla contigua y yo inmerso en un párrafo del libro de Fred Vargas, que me tiene perplejo.

" Impossible, le parrain veut être partout, dit Marc. Exister partout. D'ailleurs, c'est à peu près ce qu'il a fait dans sa vie. Toute place où il n'existe pas lui semble un espace désolé lui tendant les bras. À force de se démultiplier pendant quarante ans, il ne sait plus trop où il se trouve, personne ne sait plus. Le parrain, en fait, c'est un conglomérat de milliers de parrains tassés dans le même type" (Debout les morts, Fred Vargas, 1995)

Traduzco para quien no lo entienda:
"Imposible, el padrino quiere estar en todas partes, dijo Marc. Existir en todas partes. Es más, eso es lo que ha hecho toda su vida. Cada lugar donde él no existe le parece un espacio desolado que le tiende los brazos. De tanto multiplicarse durante cuarenta años, ya no sabe demasiado dónde se encuentra, ya nadie lo sabe. De hecho, el padrino es un conglomerado de miles de millones de padrinos amontonados en un mismo hombre".

Este párrafo resume lo que para mí significa existir, vivir. Cuando uno se va desdoblando y va dejando su presencia en cada ciudad en la que ha vivido, en cada persona con la que se ha encontrado, en cada canción compartida. Está en todas partes, sus recuerdos afloran de repente y se apoderan de él y, llegado un momento, ya no sabe ni siquiera dónde está. Es un poco como el agua antes contenida en un vaso y que ahora el calor la ha evaporado esparciéndola por el aire en un millón de pequeñas partículas separadas, lejanas. El agua sigue siendo la misma presencia, lo que ocurre es que en vez de ocupar un único espacio bien visible, pasa a encontrarse dueña de un espacio infinito bien invisible, oculto.

Luego está la última frase que define a la perfección lo que somos: un conglomerado de miles de millones de personalidades en una misma entidad, nosotros mismos. Es algo de lo que siempre he hablado, de las máscaras que todos nos ponemos, de la persona que mostramos, de quien somos, de quien ven los demás, de quien se filtra tras la máscara, de quien creen que somos... porque ser somos muchos, aunque a veces solo resalte uno de nosotros. 

Ayer, hablando con María, le mostré quién era el Jose sin tilde, ese que ella ya había intuido, pero que nunca había oído de mi boca. El Jose que dijo en palabras altas lo que ella ya sabía. A veces cuesta soplar con la suficiente fuerza como para deshacerse de esa tilde que tanto me desquicia. 

Por ello, aprovecho esta entrada para agradecerte los ratos de conversación filosófica, reflexiva, amical, cariñosa... que me ofreces de vez en cuando. Me sirve de inspiración.

Comentarios

  1. Amalgamado se vive mejor, sin duda alguna. Entre el espacio cibernético viajan instantes, silencios y nuestras conversaciones. Es en esos instantes cuando agradezco vivir en el siglo XXI. Cerca-lejos... pero siempre en estos espacios tan privados, tan cerca de mis personas importantes. Gracias José (Jose) por formar mi amalgama.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La luz que se fue renació en otro nuevo día

  En este atardecer de hace un año,  moría el día, como mueren las historias.  En ese día, aquel, dolían los pies,  como debieron doler a aquel  que una vez corrió en Maratón.  Aquel era este, como este era aquel,  como la guerra que aquí se pierde,  como la guerra que allí se inicia  siempre.  Yo he perdido en guerras que otros ganaron, para después ganar las que otros acabaron perdiendo.  Yo, como todos, dejé coraza y casco, Dejé bandera, casa y hasta mi prado, Como el padre que un día dejó su legado. Perdí la luna y la noche se hizo oscura. Moría el sol y con él la luz.  Pero bien sabemos que al igual que no hay tormenta que dure eternamente, No hay noche que dure para siempre.  Hoy hace cuatro meses que nacía el sol de nuevo,  Cuatro meses,  con sus semanas,  días,    horas,  minutos    y segundos. Hoy no es como el hoy de hace un año. Hoy es un hoy diferente, mucho más iluminado...

Como el viento

El tiempo comparte con el viento su vaivén, sus momentos lentos de suave brisa, de potente huracán o de casi inexistencia, como si no existiera, pero ahí está siempre el aire y los años que pasan acumulados por segundos, minutos, horas, días, semanas, meses... Y así como el viento erosiona todo, seca la tierra y arranca de las plantas el agua que conserva, así el tiempo nos arranca la vitalidad, se lleva con él también la inocencia y las personas, unas veces queridas y otras simples máscaras que vuelan a la mínima ráfaga y tras las máscaras huyen corriendo tratando de atraparlas. Así el viento y el tiempo acaban llevándose la piel, la carne, el hueso, el alma y, como pétalos de flor de buganvillas, rápidamente vuelan y desaparecen. Fin.

Resistencia de Rosa Aneiros en español

Hoy vengo a hablar de un libro que me regaló una estupenda amiga hace un par de meses y que me sorprendió mucho: Resistencia de Rosa Aneiros en español o en castellano, como prefiráis . Rosa Aneiros cuenta en un lenguaje poético, fresco y renovador una difícil historia de amor entre Dinís y Filipa en el Portugal del siglo pasado; explica y narra, además, la atmósfera que rodea a dicho romance: la historia de unos personajes secundarios, que bien podrían ser tratados por principales. Expresa con soltura la velocidad con que pasa el tiempo y deja al final el corazón repleto de salitre. Esta historia nos narra las dificultades de un amor en una época y unas circunstancias determinadas, donde las leyes de la vida lo rigen todo y la resistencia es lo único que puede hacerle frente. En ella encontraremos personajes hechos de salitre y agujas de pino, que deberán afrontar una lucha con la vida y con los personajes que obstaculizan su felicidad, mediante tesón y una acérrima re...