Un mes después de lo previsto comienza de nuevo mi andadura como hidalgo quijotesco, loco y con poco acierto. Los textos de leyes se despliegan en extensa alfombra y me cubren los pies de la tierra para que no me hunda. Leeré miles de rollos escritos por las autoridades. No les veré mayor uso que el que tienen. Me quebraré la cabeza buscando ser original y hacer una programación que me ayude a triunfar. No lograré nada seguro, pero siempre podré decirme que al menos no dejé de intentarlo. Cabalgaré teniendo por montura un enorme temario, que me transportará por la historia francófona, por sus artes, ritmos, gramáticas, sintaxis y hermosuras. Y, entretanto, las pupilas se me contraerán y olvidarán por momentos la realidad para mostrarme algún recuerdo de Francia, de la que no me puedo olvidar. Beberé el "Alcools" de Apollinaire. Seré el "Bel-ami" de Maupassant. Moriré durante una función como Molière en el "Malade imaginaire". Rememoraré la historia de Adriano de la mano de Yourcenar. Participaré en muchas historias ya contadas, pero que serán modificadas por mi pensamiento.
Hoy comienza mi particular era de las oposiciones.
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ResponderEliminarHelmantica
Lo siento, Helmanticae Maria, no sé lo que ocurre. Ahora me funciona a mí bien.
ResponderEliminarMe podéis mandar los comentarios a
elpapirodelaspalabrasliquidas(arroba)gmail.com
Voy a intentarlo por aquí. ¿Opositar? ¿no estás viendo lo que está sucediendo con el profesorado? ¿de verdad crees que habrá oposiciones?. No pretendo ser negativa, sólo trato de transmitir lo que mis amigos profesores viven. Ojalá tengas suerte. Te deseo lo mejor.
ResponderEliminarPersonalmente intentaría trabajar o mandar curriculum mientras estudias para las oposiciones.
Ahora es buen momento para realizar otra carrera. Pero sólo es mi modesta opinión.