¿Cómo hablar, si cada parte de mi mente es tuya?
Como canta Amaral, es muy difícil hablar. Es muy complicado soltar la jauría de pensamientos que se encierran por temor a que la situación cambie, a defraudar, etc., sobre todo, si la liberación de palabras ha de hacerse enfrente de unos ojos familiares, tan conocidos que el leve movimiento de su pupila grita reacciones, incapaz de ocultarnos nada. Porque si hay algo que duele es verse repudiado por alguien a quien quieras tanto como a ti mismo.
¿Cómo decirle la palabra exacta?
Elegir la palabra correcta en el momento oportuno es igual de dificultoso, un dédalo de vocales y consonantes que encierra a un minotauro peligroso; tan peligroso que si no se elige la palabra exacta puede zamparse tu propia realidad. Y nadie quiere eso.
Comentarios
Publicar un comentario