Ir al contenido principal

Las cifras las dejaremos a los adultos

"Les grandes personnes aiment les chiffres" (Le petit prince)

Como dice el principito en la cita que acabo de escribir, las personas mayores, los adultos, solo pensamos en cifras. Medimos cada cosa en números y olvidamos que la realidad nunca ha estado conformada por ellos. Aunque lo dijera Pitágoras y lo diga mucha mente lúcida, para mí nunca será cuestión de números y que no me intenten convencer, soy testarudo y cuando he llegado a una conclusión rara vez la cambio por otra. Es cierto que los números pueden ser una parte de la estructura, pero ¿de dónde sacamos el resto del envoltorio, las venas, la sangre, el color, los sentimientos, la inteligencia, el "alma", el idioma, el conocimiento, la belleza, la fealdad, etc.? ¿De una combinación de números? Lo siento pero no.  

El cerebro tiene tal volumen, tantas células, tantas neuronas, tanto de líquido, tantas partes... pero el cerebro es más que esas cantidades. ¿Para qué basarlo todo en cifras?

El conocimiento no se puede valorar en cifras. Yo no puedo determinar con seguridad que una redacción en francés debe ser puntuada con tal calificación, porque no es algo puntuable y, sin embargo, debemos hacerlo puntuable. Que si se divide en varios apartados y se valoran diferentes bloques; que si tal que si cual. No. Tu redacción no será nunca objetiva y la nota siempre será producto de un conjunto de ideas aportadas, desarrollo, gramática, madurez... pero nunca algo objetivo. 

El amor tampoco es algo que se valore por la cifra. Ya se dijo que esto no tiene edad. Entonces ¿Por qué los adultos, la mayoría, ven importancia en la edad, en la diferencia mayor o menor de edad? Por pura mierda matemática. 

Nada es objeto puro de cifras. Nada, salvo las matemáticas. Y hasta estas necesitan de una carga emotiva o de un idioma que las explique y razone.

Y quien dice que este principito es puro cuento de niños se equivoca o su propio cerebro se ha transformado en un mar de cifras que no ve más allá de la realidad que estas marcan. El principito, ese que tardó en llegar, pero cuando lo hizo, tuvo una entrada apoteósica. El que me enseña a mirar con el corazón las verdades del mundo. El principito que con sus palabras ha dado sentido a mis ideas de niño.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una tradición muy andaluza: el agareo

En Andalucía, por lo menos en la zona de Granada costa y Almería, todo niño pequeño sabe que puede llegar algún familiar o adulto que al grito de un " El agareo " se te lance y con otros niños, los primos o amigos, te agarren el cuerpo, te bajen el pantalón y, tras muchos forcejeos e intentos de no dejar tus partes pudendas al descubierto, acaba quedando semidesnudo de cadera para abajo y recibir un escupitajo en el susodicho pene.  Yo he sufrido muchas veces el agareo por parte de mi tía la más joven, aunque nunca me escupía. A simple vista puede parecer un horror, pero en el fondo todos se ríen muchísimo. Yo con el forcejeo me lo pasaba de escándalo, envuelto en risas.  Castillo de Salobreña y cruz cristiana a sus pies. Hace unos años descubrí por casualidad el origen de esta tradición andaluza. Se trata de un juego nacido en tiempos de la conversión de los moriscos. No creo que sea necesario situar los hechos, porque todos sabemos lo que ocurrió tras la c

Resistencia de Rosa Aneiros en español

Hoy vengo a hablar de un libro que me regaló una estupenda amiga hace un par de meses y que me sorprendió mucho: Resistencia de Rosa Aneiros en español o en castellano, como prefiráis . Rosa Aneiros cuenta en un lenguaje poético, fresco y renovador una difícil historia de amor entre Dinís y Filipa en el Portugal del siglo pasado; explica y narra, además, la atmósfera que rodea a dicho romance: la historia de unos personajes secundarios, que bien podrían ser tratados por principales. Expresa con soltura la velocidad con que pasa el tiempo y deja al final el corazón repleto de salitre. Esta historia nos narra las dificultades de un amor en una época y unas circunstancias determinadas, donde las leyes de la vida lo rigen todo y la resistencia es lo único que puede hacerle frente. En ella encontraremos personajes hechos de salitre y agujas de pino, que deberán afrontar una lucha con la vida y con los personajes que obstaculizan su felicidad, mediante tesón y una acérrima resistencia

La luz que se fue renació en otro nuevo día

  En este atardecer de hace un año,  moría el día, como mueren las historias.  En ese día, aquel, dolían los pies,  como debieron doler a aquel  que una vez corrió en Maratón.  Aquel era este, como este era aquel,  como la guerra que aquí se pierde,  como la guerra que allí se inicia  siempre.  Yo he perdido en guerras que otros ganaron, para después ganar las que otros acabaron perdiendo.  Yo, como todos, dejé coraza y casco, Dejé bandera, casa y hasta mi prado, Como el padre que un día dejó su legado. Perdí la luna y la noche se hizo oscura. Moría el sol y con él la luz.  Pero bien sabemos que al igual que no hay tormenta que dure eternamente, No hay noche que dure para siempre.  Hoy hace cuatro meses que nacía el sol de nuevo,  Cuatro meses,  con sus semanas,  días,    horas,  minutos    y segundos. Hoy no es como el hoy de hace un año. Hoy es un hoy diferente, mucho más iluminado, mucho más claro,  con más soles de amaneceres Que refugios de atardeceres. Hoy eres tú, Hoy soy yo.