Ver cómo destruyen la memoria de la humanidad permanente en la piedra trabajada hace miles de años es un crimen atroz. Lo que la apisonadora del tiempo no ha conseguido eliminar; manos guiadas por ideologías han dinamitado y reducido a polvo la piedra como los castillos de arena derribados por la tempestad. Ayer, creo que fue, vi cómo en Irán destruían a martillazos obras de arte conservadas y preservadas a lo largo de tantos años. ¿La razón? Porque eran anteriores al islam. No hay razón que justifique la destrucción. No puedo entender semejante salvajismo, soy incapaz de digerir tal cantidad de terrorismo. No entiendo nada. ¿Por qué destruir la memoria? No sé explicarme, estoy traumatizado. Tal magnitud de caos me desborda. ¡Cómo puede haber seres tan necios y nefastos! En nombre de una religión, como excusa para todo, hacen lo que les sale de las narices, destruyen lo que les apetece, cortan cabezas literalmente, queman vivas personas con ideas distintas, caminan a su antoj...
Las primeras palabras se plasmaron sobre piedra, quizás, estas de ahora las plasmo sobre las pantallas líquidas de vuestros ordenadores y teléfonos. Bienvenidos/as al espacio donde mis palabras tienen lugar.