Otra vez más. Esto ya parece una broma. Esta mañana de nuevo tenía una rueda del coche desinflada. Este año es la cuarta vez que me ocurre. Las ruedas son Michelin, lo que se supone es una marca importante en neumáticos. Durante todos estos años son los terceros neumáticos que he tenido. Las ruedas que venían de fábrica eran buenas y tuve que cambiarlas por el desgaste, algo que es lógico. Luego tuve unos neumáticos baratos, que no me dieron ningún problema; jamás se pincharon ni me los encontré desinflados. El único inconveniente era que no agarraban a la calzada tanto como los primeros o los de ahora. Hace dos años decidí cambiarlos por otros mejores que no deslizaran cuando caían cuatro gotas.
Y qué mala elección.
Escribo para desahogarme un poco. Me parece increíble que unos neumáticos más caros y mejores me estén dando tantos problemas. A este paso voy a desarrollar algún tipo de locura relacionada con el temor a encontrarme las ruedas mal y tener que llegar tarde a cualquier sitio.
De esto extraigo de nuevo la misma conclusión: las marcas registradas no son mejores que las marcas blancas. Lo único que estás pagando es una marca, una supuesta calidad. A la larga esa marca sale de pésima calidad y tu dinero toma más valor todavía, porque lo has malgastado.
Me ha pasado lo mismo con unas gafas que me compré hace unos años. Calvin Klein se supone que es buena marca. Buscaba calidad en unas gafas, puesto que es algo que utilizo a diario y que necesito por salud, por tanto es una inversión lógica. Bueno, pues me gasté una suma importante para mí, más aún cuando hay gafas que te las puedes comprar por menos de 70 euros, y me han durado las gafas muy poco tiempo, se les ha ido todo el color a la montura, se ensuciaban muchísimo y cada vez eran menos cómodas. En definitiva, otro chasco con las marcas.
Mejor gastarse menos y al menos si se rompe no duele tanto.
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