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Piramidal


Las pirámides no las hicieron extraterrestres. 



Cuánta teoría barata sobre extraterrestres estoy harto de escuchar. Que no, amigos, que los extraterrestres que vienen en naves espaciales, verdes, con antenas, asquerosamente repugnantes... no existen. De eso estoy convencido y no hay quien me lo pueda quitar de la cabeza. Solo podría dudar si pienso que quizás no dan señales de existencia porque son tan inteligentes que prefieren no asomar la cabeza o lo que leches tengan como miembro cúspide, si acaso tienen o tuvieran. Como me ponga a pensar mucho en esto al final voy a crear yo mismo un tipo de extraterrestre estrambótico, lo que no desentonaría en absoluto con las ideas humanas que tenemos al respecto. Qué casualidad que son todos humanoides. Cucha, como dios. 

¿A qué teorías me refiero?

Seguramente muchos de vosotros habréis oído hablar de la gran casualidad que suponen los edificios piramidales en las culturas antiguas y lo extraordinario de su similitud en puntos tan distantes del planeta. Hay teorías marcianas (no puedo contener la risa al escribir este adjetivo; quizás porque me siento un poco marciano) que dictaminan que en la antigüedad naves espaciales tipo platillos volantes u objetos voladores no identificados (como era superman) llegaron a la Tierra (escríbase con mayúscula para evitar confusiones con el sustantivo común tierra, suelo, que curiosamente viene a ser lo mismo) y otorgaron a la humanidad el habla, el saber, la técnica... algo así como un Prometeo extraterrestre que vino, dio humanidad y se marchó. Y desde entonces los humanos trataron de encontrarlos. Miraban al cielo y no los veían. Trataban de tocar el cénit y no lograban despegar los pies de la tierra (Tierra con mayúsculas también podría ser aquí) y usando la gran ingeniería marciana crearon las pirámides; sin embargo no alcanzaron nunca las estrellas ni a los susodichos marcianitos todopoderosos. Según las teorías estas, los extraterrestres existen porque no se entendería el desarrollo humano sin ellos. Además, porque quieren ver en relieves egipcios y dibujos antiguos retratos de seres extraterrestres. 



Pues ni creo ni creeré en los extraterrestres como tal. Mucho menos en esos Prometeos alienígenas que nos dieron el saber. Que puede haber vida, seguro. Es lo más lógico. No íbamos a ser los únicos desgraciados en poblar el infinito (o casi) universo de universos. Los antiguos no eran tontos. Si hay algún dibujo que pudiera asemejarse a lo que llamamos extraterrestres es producto de la imaginación del humano de la época. ¿O acaso la imaginación es solo producto nuestro? Pues bien creo que ellos eran superiores a nosotros en este y otros muchos ámbitos. 

El hecho de que haya pirámides en todo el planeta no es tan casual como pudiera parecer. Cuando uno mira todavía hoy en día al cielo ve sorpresa. La sorpresa de algo impresionante, como son el sol y la luna, las incontables estrellas (que en su época debía ser desbordante por falta de contaminación lumínica, atmosférica entre otro estado de cosas) y esa alteración constante que es día y es noche. 

Si algo nos caracteriza es la curiosidad, ese sentimiento perenne de querer saber cosas, de no poder parar quieto, de requerir el desvelo de lo oculto, de lo enigmático. Para alguien que no sabe lo que es el sol ni la luna ni ese manto estrellado, lo primero que se le ocurre es querer tocarlo, asir sus bordes y alcanzar la experiencia. Acceder a esas alturas es imposible con una torre. Con elementos rudimentarios la tendencia más sencilla es crear una pirámide, no por el hecho de que sea fácil, que no, sino porque la lógica lleva a pensar que algo así es lo que más puede resistir, lo que más alto puede llevarnos. 

Decía un amigo mío que es imposible que seres humanos con poca herramienta creen algo como una pirámide o un Cromlech. Que eso es producto claro de los extraterrestres. Qué ilusos somos viendo el pasado con los ojos de un ognipotente humano del presente. Nosotros sí podemos construir edificios colosales como un rascacielos, pero los antiguos no podían crear una pirámide. Nosotros sí podemos hacer rascacielos en todos los puntos del planeta y enterrarnos casi igual; ellos no. Claro. Ellos no tenían nuestra ciencia. Ellos, los antiguos, podían pasarse saber entre culturas, porque como no conocían la globalización. Tonterías y bobadas contemporáneas. Hablo con la soberbia del hombre contemporáneo. Incurro en el mismo error que todos, pero admito que los antiguos eran tan o más sabios que nosotros o al menos no idiotas. Incluso si un edificio piramidal no es tan lógico como yo creo, debería pensarse que quizás todos esos edificios similares en distintas culturas se deba más a la propagación de saberes semejante a la que se ha vivido desde siempre, al igual que ha ocurrido con la técnica, el idioma, el fuego, las creencias, hasta la moda.

Que cada uno crea en lo que le dé la gana. Yo no creo en esto.


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