Vengo del fisioterapeuta pensando que es curioso cómo los años, el estrés acumulado y la falta de ejercicio nos vuelven rígidos como un bloque de mármol tanto física como mentalmente. Así que hay que remediar lo que esté en nuestras manos: más deporte y más calma. Con la edad no se puede luchar.
En este atardecer de hace un año, moría el día, como mueren las historias. En ese día, aquel, dolían los pies, como debieron doler a aquel que una vez corrió en Maratón. Aquel era este, como este era aquel, como la guerra que aquí se pierde, como la guerra que allí se inicia siempre. Yo he perdido en guerras que otros ganaron, para después ganar las que otros acabaron perdiendo. Yo, como todos, dejé coraza y casco, Dejé bandera, casa y hasta mi prado, Como el padre que un día dejó su legado. Perdí la luna y la noche se hizo oscura. Moría el sol y con él la luz. Pero bien sabemos que al igual que no hay tormenta que dure eternamente, No hay noche que dure para siempre. Hoy hace cuatro meses que nacía el sol de nuevo, Cuatro meses, con sus semanas, días, horas, minutos y segundos. Hoy no es como el hoy de hace un año. Hoy es un hoy diferente, mucho más iluminado...
ja, ja, ja, si yo te contara... Yo tengo por hábito jamás hablar de mis padecimientos físicos o psíquicos salvo en mi diario. Afortunadamente, soy habitual senderista y pienso que la práctica de las caminatas hace que el físico tenga alguna flexibilidad. Es el único deporte que me ha terminado atrayendo. Cuando hago una caminata de cuarenta kilómetros y llego, estoy eufórico. Dopamina a tope. Saludos.
ResponderEliminarEs excelente tener una actividad física que atraiga.
EliminarSaludos