Una vez me ahogué. ¿Sabéis lo incomprensible que es ahogarse? Menos entendimiento cabe en el hecho de que estaba rodeada de gente, de muchas miradas bailando a mi alrededor. Se ve que una mirada no basta para ver. Parece que en realidad nadie miraba. Me pregunto cómo debe ser eso de mirar como lo hace superman, así con su rayo láser rojo incandescente. Lo mismo si alguien hubiera mirado como él hacia mí habría evaporado toda el agua de la piscina y yo no me habría ahogado. Pero me ahogué. En cambio aquí sigo. Por alguna razón aquí sigo como viva, una mosca atrapada en la superficie del agua, viva boca arriba con las alas atrapadas por la materia acuosa. Mi madre solía decirme que el agua es un tesoro tan difícil de encontrar que con toda probabilidad jamás lo conocería en grandes cantidades. Siempre tan burlesca la vida. ¿Quién iba a decirme que mi muerte llegaría a través de ese tesoro? Menudo tesoro azul... Azul. Donde yo nací y me crié, el azul es un color ...
Las primeras palabras se plasmaron sobre piedra, quizás, estas de ahora las plasmo sobre las pantallas líquidas de vuestros ordenadores y teléfonos. Bienvenidos/as al espacio donde mis palabras tienen lugar.