Termina el 2022 y toca hacer balance. Sin duda no ha sido el mejor año de mi vida. Ha sido mal año en amor, en salud, en lo profesional y hasta en lo económico, pero no voy a dedicarle más que esa línea a nombrar lo malo. 2022 me ha traído grandes aprendizajes y enseñanzas. Salgo de este año sabiendo , en primer lugar, que tengo una madre y un hermano que son oro puro; son como ya sabía los mayores pilares de mi vida, con su apoyo ilimitado, con un amor puro y una relación limpia y única. Soy un afortunado. En segundo lugar el año me ha demostrado que tengo unos grandes amigos y amigas que siempre me han acompañado y me han dado un amor infinito. A los amigos que ya tenía se han ido uniendo otros que me acompañan siempre. En tercer lugar están mis compañeros de trabajo que en momentos duros tiraron de mí y me dieron también mucho amor; y finalmente no puedo olvidar a mis alumnos/as que aportan la alegría y la vitalidad que cualquiera necesita. Debo agradecer a la vida porque...
Las primeras palabras se plasmaron sobre piedra, quizás, estas de ahora las plasmo sobre las pantallas líquidas de vuestros ordenadores y teléfonos. Bienvenidos/as al espacio donde mis palabras tienen lugar.