La gente debería pensar mejor lo que va a decir o escribir. Las palabras hacen mucho bien pero también mucho mal.
Hoy vengo a hablar de un libro que me regaló una estupenda amiga hace un par de meses y que me sorprendió mucho: Resistencia de Rosa Aneiros en español o en castellano, como prefiráis . Rosa Aneiros cuenta en un lenguaje poético, fresco y renovador una difícil historia de amor entre Dinís y Filipa en el Portugal del siglo pasado; explica y narra, además, la atmósfera que rodea a dicho romance: la historia de unos personajes secundarios, que bien podrían ser tratados por principales. Expresa con soltura la velocidad con que pasa el tiempo y deja al final el corazón repleto de salitre. Esta historia nos narra las dificultades de un amor en una época y unas circunstancias determinadas, donde las leyes de la vida lo rigen todo y la resistencia es lo único que puede hacerle frente. En ella encontraremos personajes hechos de salitre y agujas de pino, que deberán afrontar una lucha con la vida y con los personajes que obstaculizan su felicidad, mediante tesón y una acérrima re...
En mi blog planteo algunas reflexiones sobre la libertad humana. Puede que el que dice algo no es capaz de controlar sus palabras, se le imponen por una especie de mecanismo electroquímico y a veces son sanadoras y a veces ponzoñosas y dañinas. Es cierto, pocas cosas hay tan peligrosas como las palabras, un simple adjetivo o sustentivo puede causarte un daño irreparable. Una amiga recuerda la relación con su abuela hace más de cincuenta años. La abuela cuando ella llegaba decía "ya viene la Simplona". Mi amiga no sabía en principio qué significaba pero el tono era ya manifiesto. Su abuela murió cuando mi amiga tenía diez años y el calificativo de la Simplona le quedó y tuvieron que pasar muchos años para lograr quitarle la carga venenosa y malintencionada que tenía. Desde luego, mi amiga no quería a su abuela pero le obligaron a besarla cuando estaba muerta, y ese momento no lo ha olvidado, cuando la Simplona tuvo que besar la frente del cadáver de su abuela. Una palabra definió una relación y una vida.
ResponderEliminarTengo que leer más tu blog. Estoy convencido de que sacaré muchas reflexiones interesante. Curiosa esta historia de tu amiga. A veces no calibramos el peso de las palabras y olvidamos que todo en el ser humano depende de ellas. Ten buen día
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